España tiene minerales estratégicos suficientes para liderar en 15 años el rearme que pide la UE

España es el país de la Unión Europea que mayor capacidad tendría para el rearme en materia de Defensa. Esta es una exigencia prioritaria para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que este martes afirmaba desde Bruselas que «el tiempo de las ilusiones se ha terminado». «Europa está llamada –señaló la dirigente alemana– a hacerse cargo de su defensa, y no en un futuro lejano, sino ya hoy».

Este martes, el Ejecutivo ha dado a conocer en audiencia pública su propuesta para un primer Plan de Acción para la gestión sostenible de las materias primas minerales, con el objetivo de poner el foco en la identificación de los recursos que pueden encontrarse en las más de 1.000 balsas y escombreras de proyectos mineros ya existentes.

Las circunstancias de España son especiales. «Si bien existe una mentalidad ecologista que ha perjudicado la extracción de minerales estratégicos –sostiene para THE OBJECTIVE José Antonio Sáenz de Santa María, geólogo y director científico del Grupo Español de Materias Primas Estratégicas/Críticas (GEMP/c)–, en nuestro país también se encuentran algunas tierras raras, como las de Matamulas (Ciudad Real), lo que crearía un pulmón para las inversiones tecnológicas e industriales, generando también empleo». Además –confirma–, «existen más de 1.000 focos mineros que nos podrían convertir, en un periodo de entre 15 y 20 años, en auténticos líderes suministradores de los materiales que son imprescindibles para no depender de un material que no solo es válido para la defensa, sino también para la industria. Un material que hasta ahora estamos comprando a países terceros, como Estados Unidos, Rusia y China».

Este martes, tras el Consejo de Ministros, el Gobierno presentó un programa «pionero» de exploración de minerales estratégicos para la transición energética, que responde a una obligada directiva aprobada el 23 de mayo de 2024 en la que se incluye el reglamento Raw Materials Act, cuyo objetivo es garantizar un suministro diverso, seguro y sostenible de materias primas esenciales para la industria de la UE. Se subraya que el «acceso seguro a las materias primas esenciales es vital para sectores estratégicos como las tecnologías limpias, la industria digital, la defensa y la aeroespacial».

Ya en 1971, la Dirección General de Minas, dependiente del Ministerio de Industria, redactaba un programa nacional de explotación de la minería con detalles de inversión y lugares de ejecución. Más tarde se vería complementado y actualizado en 1980 con la modificación de la Ley de Minas, que incorporaba una nueva sección de minerales encontrados y con utilidad para los recursos de defensa.

¿Cómo liderar con las minas cerradas?

Claro que –explica Sáenz de Santa María– para llegar a ser líderes en la UE, España tiene que cambiar muchas cosas. Por ejemplo, tiene que empezar a abrir minas, cuyos permisos no se acaban de dar después de 30 años, como es el caso de la mina de Salave (Tapia de Casariego, Asturias). En ella hay oro, «material fundamental para la biónica de las armas, el hardware de los tanques y las baterías, porque los sistemas artilleros –precisa– llevan muchos ordenadores y circuitos electrónicos».

«Además, tenemos que volver a producir algodón, vital para fabricar nitrocelulosa, que es un componente de la pólvora de toda munición». En la actualidad, España tiene poco más de 70.000 hectáreas de cultivo de este producto agrario, y según Sáenz de Santa María, «harían falta alrededor de 250.000 hectáreas».

Entretanto, siguen cerradas minas como las de Retortillo (Salmanca), donde hay uranio; la de Valdeflores (Cáceres), con recursos de litio; la de Matamulas (entre los términos de Valdepeñas, Torrenueva y Santa Cruz de Mudela, Ciudad Real), con tierras raras, sin olvidar, las minas de wolframio en Abenójar (Ciudad Real). Precisamente las minas de wolframio fueron una de las principales demandas de los aliados y de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, un recurso minero básico para los cañones, baterías y otros materiales de armamento. Fue objeto de contrabando con Portugal, reseñable porque forma parte de la faja pirítica ibérica, que coincide también con la Ruta de la Plata, conocida por vasta concentración de sulfuros masivos a lo largo de parte del sur de la península. Abarca alrededor de 250 km de largo y de 30 a 50 km de ancho, englobando desde Alcácer do Sal (Portugal), pasando por todo el norte de la provincia de Huelva, hasta la provincia de Sevilla (España).

Los recursos mineros

España cuenta en su territorio con la única mina de coltán que hay en Europa. Se encuentra en Viana do Bolo, en Orense. Este mineral es de gran importancia en el sector tecnológico, pues está conformado por tantalio (Ta) y niobio (Nb), que son elementos con característica refractaria, esencial para la producción de la industria electrónica.

Además de tener que importar desde terceros países wolframio, níquel, litio y algodón, España importa también cobre, y a un precio desorbitado. Está a 8.242,50 dólares la tonelada en el mercado norteamericano.

Frente a esas importaciones, en Andalucía se ha despertado una fiebre por la minería, y en concreto por el cobre (mina de las Cruces en Gerena, Salteras y Guillena (Sevilla). Junto a Portugal, podrían constituir el arsenal de Europa en este recurso, según Sáenz de Santa María.

Las trabas de Teresa Ribera

Hay uranio en la mina del Retortillo (Salamanca), pendiente del arbitraje internacional contra España, como consecuencia de que la entonces vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, defendiera la decisión de cerrar esta mina de la compañía australiana Berkeley Energia. España se abastece de Rusia, al tiempo que los chinos no cesan de adquirir yacimientos de todo el mundo, como ocurre con las minas del Congo, de Zambia y de Angola, cuyos minerales transportan a través del corredor de Lobito para llegar al puerto de esta ciudad, desde donde importan estos recursos.

Este martes, el Ejecutivo ha dado a conocer en audiencia pública su propuesta para un primer Plan de Acción para la gestión sostenible de las materias primas minerales, con el objetivo de poner el foco en la identificación de los recursos que pueden encontrarse en las más de 1.000 balsas y escombreras de proyectos mineros ya existentes en España.