China produce tres veces más plástico que Europa por los impuestos verdes de la UE
Asia manufactura ya el 57,2% de los plásticos del mundo, y China, por sí sola, el 34,5%

Botellas de plástico. | Freepik
No solo agoniza la industria del plástico española, sino toda la europea. El declive en muchas industrias del continente, como ocurre con la del plástico, contrasta fuertemente con el auge industrial que se está produciendo en otras zonas del mundo. La producción mundial de plásticos aumentó un 4,1% el año pasado y un 16,3% desde 2018. Asia produce ya el 57,2% de los plásticos del mundo, y China, por sí sola, el 34,5%. Esto supone tres veces más que toda la Unión Europea en su conjunto. Unas cifras alarmantes que tienen al sector en una situación muy compleja.
Los fabricantes europeos de plásticos se enfrentan «a costes energéticos desorbitados, impuestos ambientales y elevados precios de las materias primas imprescindibles para producir materiales plásticos, que están erosionando la competitividad del sector y acelerando las ventas de activos y cierres de líneas y plantas de producción», apuntan desde el sector. Además, la inestabilidad y los cambiantes regímenes arancelarios mundiales representan otra amenaza muy importante, teniendo en cuenta que Estados Unidos es la principal fuente de importaciones de polímeros en Europa, con un 18,9% del mercado, y el cuarto mercado de exportación de polímeros de la UE, con un 7,7% del mercado.
«La industria europea de los plásticos se encuentra en un momento crucial. Mientras la innovación y las inversiones se aceleran en otros continentes, Europa se enfrenta a una disminución de la cifra de negocio y a una ralentización de la producción», asegura Benny Mermans, presidente de Plastics Europe. Para intentar frenar esta debacle, esta asociación paneuropea de productores de plásticos urgen la creación de nuevos marcos que revitalicen la inversión y garanticen unas cadenas de suministro sólidas y competitivas.
Políticas urgentes
El presidente de esta patronal, que representa las empresas que producen más del 90% de los polímeros en Europa, señala que es necesario «actuar con rapidez y decisión para garantizar el futuro de la producción local de plásticos y proteger los sectores estratégicos que dependen de la industria europea de los plásticos». Los plásticos son y seguirán siendo un material esencial que sustentan la resiliencia, innovación y competitividad de la industria europea, defienden desde esta asociación. Por ello, piden mantener un nivel suficiente de producción local para evitar una dependencia excesiva; algo que «reforzará la seguridad de Europa».
Plastics Europe pide medidas políticas urgentes a nivel europeo y nacional. «La industria europea de los plásticos se encuentra al borde del precipicio por la pérdida de competitividad. Las alarmas deberían sonar en la Comisión Europea y en las capitales de la UE», asegura Virginia Janssens, directora general de Plastics Europe, al tiempo que insiste en que las instituciones europeas deben abordar la crisis de los costes energéticos en Europa, reforzar la aplicación de la legislación de la UE en sus fronteras y promover la inversión en la producción circular de plásticos en el continente.
La ley de envases en España
En España, la situación del sector, tal y como ha relatado THE OBJECTIVE, también es alarmante. Una situación que se ha acelerado por la entrada en vigor de manera prematura –antes de la exigencia de Bruselas– del Impuesto sobre envases de plástico no reutilizables, que ha provocado todo un caos en la industria del plástico y en otros sectores relacionados, como la distribución, ante la complejidad de su aplicación.
Dos años después, el sector lamenta la posición de desventaja de la industria española con respecto al resto de sus socios europeos. España es el único Estado miembro que ha aplicado el impuesto a los envases plásticos no reutilizables, que será de obligado cumplimiento en el resto de países a partir de 2026. Un impuesto que ha tenido un efecto devastador sobre la industria española, especialmente sobre los fabricantes de productos como el polipropileno y el poliéster. Este tributo, que grava con 450 euros por tonelada los polímeros vírgenes, ha encarecido un 20% el precio del producto final, provocando la desaparición del 60% de las empresas del sector, según datos de la Unión de Fabricantes de Fleje (UFF).
El encarecimiento del producto nacional fruto de esa traba impositiva ha provocado además, tal y como apunta UFF, que ya hayan entrado más de 4.000 toneladas de fleje (cintas de plástico) de forma irregular desde el extranjero, muchas veces con certificaciones falsas o sin cumplir estándares medioambientales básicos.