Un tercio de las financieras de consumo sufre pérdidas pese a la subida de tipos
La entidad que registra mayores números rojos en 2023 es UCI, con un agujero de 70 millones de euros
UCI, del Santander y BNP, registra las mayores pérdidas de las financieras. | Europa Press
Prácticamente un tercio de las financieras de consumo en España sufrió pérdidas el año pasado pese a la buena evolución de la actividad y a la subida de los tipos de interés, dos variables fundamentales para el incremento de los ingresos. En concreto, 11 de las 34 compañías de créditos para la compra de bienes obtuvieron un resultado negativo en 2023.
Este comportamiento se debió, según señalan a THE OBJECTIVE fuentes del sector, al incremento de las provisiones para hacer frente a impagos futuros y el alza de los costes por la inflación y el desarrollo del negocio por parte de algunas al encontrarse en un proceso de expansión.
Hay que señalar que la morosidad se mantiene hasta ahora controlada en este segmento, aunque en algunos meses ha habido incrementos puntuales, como sucedió en noviembre. Pero en algunas financieras las insolvencias han empezado ya a despuntar, sobre todo en aquellas cuya actividad está más enfocada a las hipotecas, un nicho de negocio en el que los dudosos sí han dado los primeros síntomas de debilidad.
Las pérdidas más relevantes de estas entidades (por lo general filiales de bancos, cadenas de distribución y fabricantes de coches) son las que generó Unión de Créditos Hipotecarios (UCI), firma propiedad del Banco Santander y BNP Paribas. De acuerdo con los balances enviados al Banco de España, esta financiera experimentó unos números rojos de 69,5 millones de euros, muy por encima del resto.
La segunda con el mayor agujero fue la división especializada de Credit Agricole, que opera con la marca Sofinco y que desde hace un par de ejercicios se encuentra en proceso de expansión en nuestro país. Esta financiera, que ha tenido que llevar a cabo ampliaciones de capital constantes, tuvo unas pérdidas de 28,2 millones de euros.
La tercera de las financieras con los resultados negativos más abultados fue Oney, una compañía especializada en la emisión de tarjetas, al anotarse unos números rojos de algo más de 19 millones de euros. El resto de firmas con pérdidas presenta cifras menos significativas. Así, la filial de la operadora MásMóvil, Xfera Consumer, perdió 5,5 millones; la división española del banco público guineano Bange -que desembarcó en España a mediados de 2022-, 1,6 millones; y Santander Lease, Unión Financiera Asturiana y Daimler Truck, cerca del millón cada una.
Otra de las entidades con resultado negativo es Santander Mapfre Hipoteca Inversa, con 1,15 millones. Ésta inició su andadura a finales del pasado ejercicio con el objetivo de impulsar los préstamos para personas jubiladas a cambio de la vivienda en propiedad para mejorar sus recursos económicos. Un producto que en nuestro país tiene poca acogida, pero que se presenta como una alternativa a la pensión pública. Las otras dos financieras con pérdidas que completan la lista son Castelo Capital, con 281.000 euros, y Corporación Hipotecaria Mutual, con 96.000 euros.
En cambio, hay firmas de créditos al consumo que obtuvieron ganancias sólidas como Caixabank Payments, la división de tarjetas de Caixabank, que registrar un beneficio de 234 millones; la financiera de Stellantis –en la que participa el Santander–, que ganó 202 millones; y la de El Corte Inglés –que también cuenta como socio al banco presidido por Ana Botín–, que tuvo una rentabilidad de 40 millones.
La preocupación porque la morosidad se dispare se ha contenido al no haber aflorado con contundencia tras la subida de los tipos, pero los reguladores siguen insistiendo en la necesidad de que todas las entidades –incluidas las financieras– aumenten sus dotaciones contra insolvencias futuras. En sus últimas intervenciones públicas, los responsables de reguladores –en especial el BCE– están advirtiendo de que se están registrando los primeros deterioros en la calidad de los activos, por lo que están reclamando máxima prudencia. Estos mensajes han sido lanzados, entre otros, por el vicepresidente del organismo comunitario, Luis de Guindos.
El crédito al consumo, en este contexto de alzas del precio del dinero, ha aguantado mejor que las hipotecas y las operaciones con empresas. Las financieras han podido incrementar su actividad y los saldos de su cartera de préstamos sigue creciendo. Hay que subrayar que las hipotecas se desplomaron el año pasado debido a la ola de amortizaciones anticipadas y a la caída de las nuevas operaciones suscritas por parte de los hogares.
