La inmobiliaria del presidente del Sabadell hunde sus beneficios un 64%
Josep Oliu apenas logra unas ganancias de 726.541 euros en 2023 con la compañía Port Avinyon

El presidente del Sabadell, Josep Oliu. | Europa Press
El presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha ganado un 64,3% menos con su compañía inmobiliaria, Port Avinyon. Esta sociedad obtuvo un beneficio de apenas 726.541 euros en 2023. Las cuentas registradas recientemente, a las que ha accedido THE OBJECTIVE a través de Insight View, reflejan esta caída del resultado como consecuencia del desplome de los ingresos. La cifra de negocio de la empresa cayó en dicho ejercicio un 43%, hasta los 11,4 millones de euros.
Oliu se encuentra en la actualidad batallando con BBVA para lograr que la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada con carácter hostil sobre el Sabadell fracase. Una operación que, de triunfar, supondría el fin de su carrera en el banco, ya que el grupo vasco no tiene previsto ofrecerle ningún cargo.
Port Avinyon, que está administrada por su mujer, forma parte del conglomerado empresarial que tiene Oliu, Torrellimona, un holding que administra buena parte de la participación que tiene en la entidad vallesana. El mal desempeño de la firma dedicada a la explotación y promoción de inmuebles llevó precisamente a que el grupo de sociedades del presidente del Sabadell solo lograra un beneficio de 19.950 euros (un 99% menos que en 2022), aunque también influyó el hecho de las menores ventas de activos.
El presidente del banco tiene en la actualidad algo más del 0,13% del capital del Sabadell, siendo uno de los principales inversores individuales de la entidad con sede en Barcelona tras el traslado reciente. La última adquisición de acciones que llevó a cabo fue este verano. A finales de agosto compró medio millón de unidades en una transacción que ascendió a poco más de un millón de euros, a través de Torrellimona.
La inmobiliaria del presidente del Sabadell cuenta con diferentes viviendas, terrenos, locales comerciales y aparcamientos. Además, es propietaria del Hotel The Citadel desde 2022, un hostal boutique de la cadena ByPillow situado en Madrid. En 2023 ejecutó su absorción a través de una fusión con Port Avinyon. El hijo de Oliu, Jaume, formaba parte del consejo de administración de dicha compañía turística desde 2021, tras haber dejado todos sus cargos en la entidad.
Hasta entonces, Jaume Oliu era responsable de Estrategia y Operaciones Corporativas del Sabadell. Su salida coincidió con la remodelación de toda la cúpula del grupo financiero tras romper las primeras negociaciones de fusión con BBVA y la pérdida de funciones ejecutivas de su padre.
En la memoria, Port Avinyon avanza que para 2024, ejercicio ya cerrado, esperaba que la cifra de negocios se mantuviera en los niveles de 2023, aunque con un pequeño descenso como consecuencia de la estabilidad del mercado y la propia actividad. Por lo que los resultados que logra el presidente del Sabadell con esta firma se podrían haber resentido de nuevo.
La inmobiliaria dispone de activos por valor de 32,5 millones de euros, algunos de los cuales están arrendados. Por ejemplo, en la localidad barcelonesa de Mataró tiene pisos alquilados, al igual que varios aparcamientos y casi una decena de locales comerciales.
El Sabadell, a diferencia de sus negocios particulares, está presentando una evolución significativamente ascendente, lo que permite a Oliu y al resto de directivos pelear con BBVA en una mejor posición. El banco registró una mejora del 37,1% de sus beneficios en 2024. El viernes, el presidente defendió el proyecto en solitario de la entidad y su capacidad para obtener rentabilidad.
Desde que en mayo de 2024 BBVA lanzó la opa hostil, Oliu está tratando por todos los medios de impedir el éxito de la operación. Recientemente, el Sabadell trasladó la sede social de Alicante a Barcelona para intentar retener todo el apoyo del Gobierno en su ofensiva contra el grupo vasco. Se trata de la primera gran empresa que decide retornar a Cataluña, en un momento en que Moncloa pretende que muchas compañías regresen a la comunidad autónoma para dar cumplimiento al pacto de investidura de Pedro Sánchez sellado entre el PSOE y Junts.
El Gobierno mantiene su rechazo a la opa, una transacción que todavía tiene que recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) después de que esta extendiera el periodo de análisis para un estudio en mayor profundidad. Moncloa no puede vetar la opa, pero sí puede presionar a este organismo para que imponga duras condiciones o incluso la prohíba. Los inversores, por ahora, no creen que este último escenario se dé y ven más probable que la oferta prospere, aunque con un aumento del precio.