Llega a España la pelea por el pago de las gafas a la plantilla: Bankinter afrontará una demanda
CCOO inicia un proceso judicial para que el banco abone estos dispositivos ópticos tras una sentencia del TJUE
Una sucursal de Bankinter. | Europa Press
La pelea judicial por el pago de las gafas llega a España. Bankinter se va a convertir en la primera gran empresa de nuestro país que afrontará una demanda de estas características. Tras varios meses de peticiones insistentes por parte de los representantes de la plantilla y la negativa de la entidad, Comisiones Obreras va a iniciar un procedimiento en los tribunales, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Este movimiento del sindicato se produce como consecuencia del rechazo de Bankinter y en aras a la sentencia pionera en el Viejo Continente de finales de 2022, en la que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictó que las empresas tendrían que asumir el coste de las gafas a sus trabajadores tras analizar un litigio desatado en Rumanía.
La sentencia obligaba a los empresarios a proporcionar un «dispositivo corrector especial» -gafas o lentillas- a aquellos empleados que avalen que, después de un reconocimiento médico, necesitan lentes de visión para realizar su jornada laboral delante de una pantalla. O en su defecto, reembolsar el pago con posterioridad.
Además, señalaba que no será necesario que el trabajador probara que el daño visual se había producido a raíz de la realización de su labor profesional, sino que tan solo requería de un equipo para efectuar la misma y evitar un empeoramiento en el futuro.
Este dictamen judicial se remonta a la solicitud de un empleado rumano a su empresa que se negó pagar los gastos de las gafas graduadas. Ante la oposición manifestada por su compañía, decidió iniciar medidas legales que llegaron al alto tribunal europeo, que se amparó en la directiva en materia de seguridad y salud con pantallas en su resolución.
CCOO, después de haber analizado el caso y de haber obtenido toda la documentación necesaria, solicitó a Bankinter el abono de los costes de las gafas a su plantilla, algo que el banco ha rechazado en distintas y reiteradas ocasiones. De ahí que el sindicato haya iniciado el proceso de la demanda por la vía judicial.
El hecho de que el caso afecte a una gran compañía -cotiza en el Ibex 35 de la Bolsa española- podría abrir la puerta a una demanda más general en el mundo empresarial en nuestro país y convertirse, por tanto, en ariete para que las empresas sufraguen este coste. La sentencia del TJUE deja claro que no debe incluirse como complemento salarial en las negociaciones colectivas.
Algunos estudios señalan que el 60% de los trabajadores requiere de gafas o lentillas para una buena visión y que el coste medio de estos dispositivos, unido a las revisiones médicas para calibrar la graduación, puede alcanzar los 350 euros de manera orientativa.
Bankinter no es el único asunto judicial al que podría enfrentarse. CCOO va a estudiar la viabilidad de poner una demanda por el código ético aprobado por la entidad en 2023. El sindicato lo ve «lesivo» para los trabajadores y algunos casos, a su juicio, atenta contra los derechos fundamentales. El banco no ha aceptado ninguna de las enmiendas propuestas por los representantes de la plantilla.
Ambos temas se han puesto sobre la mesa en las últimas reuniones entre la dirección de Bankinter y las organizaciones sindicales para mejorar algunas condiciones laborales. Unos encuentros que se producen en medio de la integración de la filial Evo. Esta franquicia cerró el año con unas pérdidas operativas de 12 millones, pero sus resultados netos fueron positivos tras la devolución de Hacienda de 20 millones por el Impuesto de Sociedades.
El banco, en estas reuniones, sí ha aceptado, a diferencia de la reclamación de las gafas graduadas, algunas mejoras en los planes de pensiones o en las nóminas negativas por baja maternal o paternal. Y se ha abierto a estudiar otras condiciones, como establecer un objetivo común para recibir el bonus comercial o que todos los empleados puedan tener derecho a un fondo de jubilación. Según los datos de CCOO, el 11% de los trabajadores de Bankinter no tiene plan de previsión social. Asimismo, está analizando la posibilidad de que toda la plantilla pueda tener un único tipo fijo en caso de acceder a una hipoteca, en contra de lo que sucede en la actualidad, que cada seis meses se cambia la tasa.
