La CNMC aprueba la opa de BBVA sobre el Sabadell tras horas de máxima confusión
El organismo da paso al Gobierno para que pueda cambiar las condiciones de la operación en mes y medio

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández | Europa Press
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre el Sabadell tras horas de máxima confusión. La sala competente del regulador así lo ha decidido en la jornada de hoy, casi un año después de su lanzamiento, tras haber asumido el banco vasco una serie de condiciones. Unos requerimientos que el Gobierno podrá cambiar en el próximo mes y medio.
El dictamen de la CNMC es el hito más importante para desatascar la operación, que fue formulada a principios de mayo. El organismo que preside Cani Fernández ha analizado pormenorizadamente las consecuencias de la toma de control del Sabadell por parte de BBVA y le habría exigido una serie de medidas para no poner en peligro el libre mercado y el acceso de las pymes a la financiación, dos de las mayores preocupaciones. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la sala del regulador ha autorizado la toma de control por unanimidad, después de que un intenso debate y el desmentido realizado por parte de la institución a mediodía de que la resolución no se había adoptado aún, tal y como informaban algunos medios.
Competencia decidió en noviembre extender el plazo de estudio y elevar a fase 2 la operación. Una vez aprobada se abrirá la denominada fase 3 en la que el ministro de Economía puede llevar al Consejo de Ministros nuevas exigencias o modificaciones en los compromisos (remedies). En ningún caso Moncloa puede prohibir la opa.
Por el momento, no está claro que decisión adoptará el Ejecutivo, aunque siempre se ha mostrado contrario a que BBVA adquiera el Sabadell. No se descarta que endurezca algunas medidas para torpedear la transacción o que deje claro que no autorizará una posterior fusión de ambas entidades para desincentivar a los accionistas del banco catalán a vender sus acciones al vasco para que la opa triunfe.
El Sabadell, de hecho, confía en que el Gobierno imponga algún requerimiento adicional, que solo podrá ser esgrimido por cuestiones de seguridad nacional e interés general. Además, ha reclamado al Ejecutivo que oficialice de alguna manera su postura de rechazo a una integración antes de que comience el periodo de adhesión de la oferta. Por su parte, BBVA, espera que no sea así, ya que en los compromisos se atienden riesgos sobre la inclusión financiera y la cohesión territorial, dos aspectos que ha puesto sobre la mesa el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en todo momento para oponerse a la opa.
La sala de Competencia, tras haber suspendido la reunión del lunes por el apagón, ha determinado este miércoles la autorización y ha preferido no dilatar más el proceso, manteniendo su intención de culminar su veredicto antes de que finalizara abril.
En esta ocasión, el debate ha sido complejo y algunas fuentes determinan que el hecho de que la deliberación se haya alargado tanto es que el organismo pretendía que el dictamen se resolviera por unanimidad, con el fin de no tener que incluir ningún voto particular, ya que alguno de sus miembros se había opuesto en un principio. El órgano está compuesto la propia presidenta del organismo, Cani Fernández; Pilar Sánchez, que ha trabajado para el Ministerio de Economía; Rafael Iturriaga, que ha desempeñado cargos en Gobiernos del PNV); María Vidales, experta en la dirección de Competencia del ente; y Pere Soler, cercano a Junts y que exdirector de los Mossos.
«Compromisos adecuados y suficientes»
Pasadas las 22:00 horas, tras el lío generado en la tarde, la CNMC sostenía en una nota que «una vez concluida la investigación en segunda fase, considera que los compromisos que ha presentado BBVA son adecuados, suficientes y proporcionados para solucionar los problemas que esta concentración supone para la competencia en los mercados afectados». Los riesgos detectados, añade, afectan a los segmentos de banca minorista, tanto en servicios prestados a particulares, como pymes y autónomos, así como en mercados de medios de pago.
Además, indica que en 96 municipios la opa de BBVA generaría para el grupo resultante superar la cuota conjunta del 50 % con adición mayor al 15 %, resultando una situación de duopolio en 48 de estos municipios. Asimismo, la CNMC explica que se han identificado 72 códigos postales en los que habría un estado de monopolio o duopolio y que en el mercado de pagos el nuevo grupo sobrepasaría el 30% de la cuota a nivel nacional. Todo ello causarían posibles problemas de empeoramiento de condiciones comerciales para particulares, pymes y autónomos en determinadas localizaciones; Exclusión financiera; Reducción de crédito a pymes; menores capacidades en la prestación de servicios de adquisición de operaciones de pago; y dificultades de acceso a los cajeros a clientes del Sabadell.
De cuenta para vulnerables a las pymes
Para evitar estos riesgos, BBVA se ha comprometido, entre otras cosas, a crear y publicitar una cuenta para clientes vulnerables; a informar de los posibles cambios de condiciones en los servicios y productos a los usuarios del banco catalán; a no abandonar ningún municipio donde pueda producirse un problema de acceso a la banca; a mantener condiciones comerciales en códigos problemáticos;
En cuanto a las pymes, una de las grandes preocupaciones, BBVA seguirá manteniendo una política comercial a nivel nacional de productos y precios; no cerrar oficinas especializadas de empresas de Sabadell y no ofrecer un precio superior al medio nacional para el nuevo flujo de crédito destinado a pymes y autónomos, para cada nivel de rating y producto de financiación. Además, garantiza las líneas de circulante.
Sobre el acceso a cajeros, el grupo vasco mantendrá los precios de comisiones que tienen los clientes del Sabadell al menos 18 meses. Y para los servicios de pago, BBVA se compromete a no empeorar las condiciones de los servicios de adquisición de operaciones que las pymes y autónomos tuvieran contratadas a 30 de abril de 2025 con el banco catalán.
La mayoría de los compromisos, de acuerdo con la CNMC, tendrán una duración de tres años, prorrogables por dos más en el caso del crédito para pymes. La institución supervisará el cumplimiento de todos los compromisos y BBVA deberá informar a la CNMC en los plazos acordados para ello.