Revolut y Cetelem, los bancos que más crecen este año con un aumento de depósitos del 50%
Su avance es muy superior al del resto de entidades en un momento de alta rivalidad por la opa de BBVA al Sabadell

Tarjeta de crédito de Revolut, el banco que más crece en depósitos. | EP
Revolut y Cetelem se están convirtiendo en los dos bancos que más crecen este año, al menos en lo que respecta al aumento en la cartera de depósitos de clientes. Las dos entidades experimentan desde enero un avance de aproximadamente el 50% en el dinero de sus clientes que administran en imposiciones a plazo y cuentas a la vista.
La evolución de ambos es más que destacable, ya que se ha producido en un momento en que todas entidades han intentado aprovechar la batalla librada entre BBVA y el Sabadell por la oferta pública de adquisición (opa), que culminó con un rotundo fracaso en octubre. El banco que más impulso ha registrado ha sido Revolut, que en los nueve primeros meses del ejercicio ha elevado un 52,5% el volumen de depósitos en nuestro país, según los datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco de España. A finales de septiembre, la entidad online rozaba los 3.500 millones de euros en esta partida.
Por su parte, Cetelem —filial de BNP Paribas centrada en los préstamos al consumo— ha mejorado el saldo de cuentas e imposiciones a plazo de sus usuarios un 47%, hasta los 2.528 millones, de acuerdo con los balances de supervisión del organismo liderado por José Luis Escrivá.
Los crecimientos de uno y otro distan mucho del resto del sector y de las caídas que han llegado a sufrir algunos de los competidores como consecuencia del ajuste de tipos de interés aplicados tras los movimientos del BCE en la política monetaria. Los siguientes bancos que mejor comportamiento han tenido son Mediolanum y Bankinter, con algo más de un 10%. Este último, mucho más grande que los otros tres, ya que acumula más de 95.500 millones tras la absorción de su franquicia digital Evo. En cuanto al grupo de origen italiano, suma 3.324 millones.
BBVA y Sabadell lograron mantener el tipo pese a la batalla, al menos en lo que respecta a depósitos tanto de particulares como de empresas. Tanto el banco vasco como el catalán crecieron más de un 8% y se colocaron también los puestos más altos del ranking entre enero y septiembre de 2025. Un avance que es similar al que ha registrado en este periodo Caixabank y por encima de otro de sus principales rivales, el Santander, que ha subido un 5,3%. No obstante, tanto la entidad liderada por Gonzalo Gortázar como la presidida por Ana Botín han aprovechado como nadie la opa en captación de clientes.
La banca digital, en la que se encuentran Revolut y Cetelem, ha vuelto recientemente a la senda del crecimiento y lo ha hecho con fuerza. Aunque en gran parte se debe a estos dos, que apuestan por la captación de cuentas y depósitos en nuestro país. Revolut está inmerso en un plan de crecimiento que incluye el desarrollo de otros productos, segmentos y servicios, como la creación de una pequeña red de cajeros propios para que sus clientes puedan sacar dinero sin tener que abonar comisiones. Cetelem , en cambio, busca recursos con los que abaratar su financiación, vital para la concesión de préstamos al consumo.
En el mismo periodo, otros bancos digitales han padecido fuertes retrocesos en el saldo después de los elevados crecimientos de otros años tras los ajustes de los tipos desde principios de año e, incluso antes, como BBF, que ha reducido el volumen en algo más de la mitad.
Desde el verano, tras el parón en los recortes del precio oficial del dinero, las entidades en su conjunto han dejado de bajar los tipos que ofrecen por el dinero de los ahorradores e, incluso, han elevado ligeramente la tasa en las nuevas contrataciones de depósitos. Esta mejora ha incrementado la actividad, especialmente en las imposiciones a plazo, que han subido un 30% interanualmente. El importe ascendió a 23.990 millones de euros en octubre.
Este salto se produce después de que las entidades hayan apreciado los intereses hasta el 1,79%, una vez que el euríbor se ha dado la vuelta ante las expectativas de que el BCE mantendrá las tasas oficiales un largo periodo de tiempo. Se trata del mayor volumen desde 2016, cuando el precio del dinero empezó a estar en negativo y la contratación se desplomó a niveles mínimos.
La contratación ha crecido un 45% en comparación con septiembre, lo que pone de manifiesto que los ciudadanos están apostando cada vez más por las imposiciones sin asumir riesgos. Las letras del Tesoro no son una competencia para los bancos, ya que su inversión se ha hundido.
