La inflación golpea a los hogares: el 58% recorta gastos y cambia hábitos de consumo
El alza en los costes energéticos del hogar, la gasolina, los alimentos básicos y las hipotecas han sido donde más se ha notado la subida de precios.
Más de un tercio de los hogares no podrá mantener su nivel de consumo. | Unsplash
La escalada de precios no da tregua a los consumidores y la inflación golpea a los hogares. La variación del Índice de Precios al Consumo (IPC) llegó a alcanzar en 2022 un valor de 10,8%. Se trata de la cifra más alta de este indicador en España desde 1985, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Y las familias se blindan ante la inflación: un 58% recorta gastos no esenciales. No es de extrañar: el 36% admite no podrá mantener su nivel de consumo de bienes y servicios.
¿Dónde recortan las familias españolas? Principalmente en lo que consideran gastos no esenciales. En estas categorías están ropa, zapatos y accesorios (41%), productos electrónicos (40%) o bebidas alcohólicas (39%). Otra de las medidas más utilizadas en los hogares ha sido disminuir los desplazamientos y buscar alternativas para reducir su consumo de gasolina (39%).
Según el informe EY Future Consumer Index: Deconstruyendo al consumidor, basado en un sondeo a más de 14.400 consumidores de 20 países, la subida generalizada de precios ha derivado en una mayor incertidumbre en las economías de las familias. A la inflación se suma también la subida de los tipos de interés, con un impacto directo en lo que se paga por las hipotecas.
Ahora el ahorro es la premisa. Cuando se va a hacer la compra, se buscan más las ofertas y los precios bajos. Los consumidores buscan marcas sustitutivas de menor precio (35%) o el cambio a marcas blancas (31%). Una estrategia que se ha priorizado cuando se trata de adquirir productos para el cuidado del hogar (25%) y artículos de cuidado personal (19%).
Sin embargo, en las categorías consideradas esenciales se ha hecho un esfuerzo por no recortar. Es lo que ha ocurrido con los servicios médicos y los alimentos básicos, donde apenas se han registrado cambios en las adquisiciones.
Inflación: dónde se nota más la subida de precios
La preocupación por la inflación -especialmente la de determinados tipos de productos- y sus efectos en la economía familiar se ha mantenido en el tiempo y ha sido una constante en los últimos meses.
Donde más han notado la subida de precios los hogares españoles ha sido en categorías relevantes para el consumo diario. Los costes energéticos del hogar (91%), la gasolina (90%) y los alimentos frescos o envasados (89%) son las categorías en las que un mayor número de consumidores ha notado un incremento de precios.
Además, un 88% afirma que ha experimentado una subida de precios en alimentos básicos como el arroz y la harina. Y un 82% lo ha notado en la subida de la hipoteca y el alquiler.
En ediciones anteriores del informe ya se notaba una mayor preocupación sobre estos productos, ya que el más del 60% reconocía que los incrementos en los costes tanto de electricidad, gas, agua y gasolina, como en el de los alimentos eran algunos de los asuntos que más les preocupaban.
Esta preocupación estaba conectada con la situación real de la economía, ya que el índice general que hace referencia a alimentos y bebidas cerró el 2022 con una variación interanual de un 15,3%, mientras que el relativo a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles alcanzó un valor máximo del 24,8% en el mes de agosto.
¿Dónde se recortará más gasto en el futuro?
Al crecer el coste de la vida de manera tan significativa, se reduce el gasto en categorías no esenciales, como productos de lujo y caprichos (61%).
Otras partidas en las que los consumidores españoles se han propuesto ahorrar para blindarse frente a los efectos de la inflación son equipamiento deportivo y en comida para llevar (en ambos casos lo señalan un 46%). También en bebidas alcohólicas y en la cuota del gimnasio también prevé recortar el 45% de los encuestados, así como en tabaco (42%), regalos (42%) y vacaciones (41%).
Por el contrario, en las categorías relativas a la alimentación (como, por ejemplo, alimentos frescos, congelados o en conserva) donde los consumidores esperan gastar lo mismo (63%, 68% y 64% respectivamente) o algo más como consecuencia de la subida de precios (26%,17% y 16% respectivamente).
Los españoles, algo menos pesimistas
pesar de que en lo relativo a los índices de precios, las autoridades europeas estiman que la inflación ha tocado techo y pronostican una moderación, los consumidores se muestran más prudentes.
Las perspectivas varían dependiendo de la nacionalidad del consumidor. Es una situación distinta respecto de los países de nuestro entorno, pues en prácticamente en la de ellos el pesimismo es la tónica cuando se trata se mirar al futuro con una perspectiva económica.
Los países que más han incrementado su preocupación por la evolución económica en el último año son Alemania, en el primer puesto, con un 75%. Le siguen el Reino Unido (34%) e Italia (33%). España, en este caso, se encuentra en el cuarto puesto con un 26%.
Sin embargo, entre los países europeos destacan los consumidores españoles por mostrar un nivel más bajo de pesimismo. El 43% de los encuestados de nuestro país esperan que la situación económica se mantenga similar frente al 32% que estima que mejorará, o al 24% que considera que se producirá un empeoramiento.
