El lobby verde que impulsó Ribera naufraga con la mitad de integrantes y a la espera de un plan
Comenzó con 100 integrantes y hoy hay menos de 50. El Gobierno destinó cerca de 500.000 euros para este proyecto
La Asamblea Ciudadana para el Clima, un movimiento ecologista que impulsó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para desarrollar una agenda verde por todos los puntos de España se encuentra casi dos años después en una situación crítica. De los 100 integrantes que la conformaron en un inicio, quedan poco menos de 50. Todos ellos reunidos en una asociación que sobrevive con un rumbo incierto a la espera de una cita con la ministra para que les ayude.
En enero de 2022, la Asamblea Ciudadana para el Clima recibió por parte de la Fundación Biodiversidad, organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica, casi medio millón de euros para organizar unos seminarios con 100 personas elegidas «muy heterogéneas» (raza, sexo, edad, lugar de procedencia…) que se encargaron de recoger en un informe 200 medidas para potenciar la transición energética en nuestro país, después de siete meses de trabajo. Su punto álgido lo alcanzaron en julio de 2022, cuando fueron recibidos por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa.
21 meses después de ese encuentro, fuentes de la asociación (que es en lo que ha derivado aquella asamblea llamada ahora ‘Asamblea Cívica por el Clima’) relatan a este periódico su situación. «La Asamblea Ciudadana para el Clima estuvo muy bien hecha y con un muy buen diseño, tanto en los paneles de gobernanza como en el enfoque. Pero el final se cargó todo lo demás, y ha hecho que sea un desperdicio. Fue un trabajo estupendo que se fue por el sumidero porque no hubo difusión alguna», apuntan.
Desde la organización ecologista confían en tener una cumbre pronto con el Ejecutivo para que les reviva. «Desde que nos conformamos como asociación, no hemos elaborado. Lo que sí hemos hecho es hacer un seguimiento de las recomendaciones que propusimos, pero hemos llegado hasta donde hemos podido. El Gobierno se había comprometido a contestarnos para tener una reunión justo el verano pasado, pero convocaron las elecciones. Así que el seguimiento que iban a hacer ellos pues no se hizo», señalan. Mientras tanto, ha surgido una nueva asamblea ciudadana para el clima ‘independiente’ a la de estos, que ha sido creada por la Generalitat de Cataluña, y que busca tener un mayor impacto que la organización lanzada por el Ministerio.
Ahora, desde la asociación, que se nutre de aportaciones voluntarias porque no han impuesto un sistema de cuotas para sus asociados, centran sus esfuerzos en dos líneas de actuación. «Queremos crear una red de asambleístas (es decir, personas que han pasado por una asamblea ciudadana para el clima) por toda Europa. Para ello, estamos contactando con gente de Alemania, Francia, Polonia, Países Bajos, Inglaterra y Austria. Por otro lado, queremos difundir las asambleas ciudadanas con talleres para los españoles. Hay mucha confusión, porque la gente las confunde con asambleas populares y no lo son. Las asambleas ciudadanas son una herramienta mucho más potente y legítima, porque aunque es un proceso participativo, también es deliberativo y donde no hay un sesgo en la selección, salvo algunos filtros, como la paridad o la procedencia», apuntan desde la asociación.
Los peores presagios
De momento, se están cumpliendo los peores presagios de la asamblea. Así, cuando se lanzó hace ya casi un par de años, confiaban en ser un «órgano continuo» y que no fuese un «anécdota de un año» para que pronto surgiesen nuevas asambleas ciudadanas para el clima a nivel local y autonómico. Una realidad que no se está materializando a pesar de la sintonía que percibieron por parte del presidente Sánchez y que la definieron en su momento de «muy buena». De esta forma lo relataron hace ya 21 meses: «Sánchez ha sido receptivo y ha estado muy agradecido. Ha hablado con nosotros con cercanía y hemos estado con él hasta 45 minutos. Lo suficiente para haber trasladado nuestro mensaje».
Si uno accede a las redes sociales de la Asamblea Ciudadana para el Clima, como por ejemplo Twitter, comprobará que su última publicación fue el 13 de diciembre de 2022 (hace ya 15 meses). La actividad de la cuenta es nula, ya que la última interacción a través de un «me gusta» es también sobre esas fechas, en concreto del 15 de diciembre de 2022. Por otro lado, si uno acude a su página web observará que el panorama es muy parecido, con una última publicación el pasado 7 de diciembre de 2022, donde mostraron el resumen de su viaje a las Islas Canarias para presentar sus recomendaciones verdes.