Sánchez critica a la 'tecnocasta' pero corteja a Meta, Google y Netflix con leyes a medida
El presidente del Gobierno lleva años estrechando lazos con los gigantes digitales que ahora pone en el punto de mira

Pedro Sánchez, durante la presentación de la estrategia del Gobierno para la Inteligencia Artificial. | Javier Lizón / EFE
Pedro Sánchez ha endurecido el discurso público contra la ‘tecnocasta‘, los dueños de los gigantes tecnológicos que se han acercado a Donald Trump en el comienzo de su segundo mandato como presidente de Estados Unidos. El problema es que el presidente español obvia que su Gobierno ha sido uno de los que más ha favorecido el negocio en España de compañías como Meta, Google, Netflix y la propia X, propiedad de Elon Musk, a quien ha puesto en el punto de mira por su cercanía a la nueva administración de Washington.
Durante las tres legislaturas que Sánchez lleva en La Moncloa no solamente ha impulsado una legislación que favorece a estos gigantes como la ley de telecomunicaciones y la audiovisual; también ha modificado sus prioridades para evitar supervisarles de la misma manera que se hace con las compañías locales; y ha evitado intervenir en estructuras societarias que no terminan de tributar toda la actividad que generan en España.
En estos seis años y medio el Gobierno también ha mostrado una gran complicidad y mantenido una relación directa con representantes de estos gigantes en España, cuyo lobby visita asiduamente La Moncloa. Incluso los primeros espadas a nivel global no han dudado en reunirse públicamente con Sánchez. En definitiva, ha generado un entorno regulatorio amable, les ha abierto la puerta para que inviertan con importantes exenciones fiscales y ayudas públicas y ha aportado su grano de arena para que esta ‘tecnocasta‘ pudiese engordar aún más sus beneficios económicos.
Sánchez y la ‘tecnocasta’
El pasado lunes -en la presentación de la estrategia de España en Inteligencia Artificial- Sánchez se refirió a Elon Musk y a Donald Trump sin nombrarles. “Estamos viendo como la ‘tecnocasta’ de Silicon Valley está tratando de usar su poder omnímodo sobre las redes sociales para controlar el debate público y, por tanto, la acción gubernamental nada más y nada menos que de todo Occidente. Y ante esto yo creo que tenemos que rebelarnos y plantear alternativas“, dijo el mismo día de la toma de posesión del nuevo presidente de EEUU. Un acto al que acudieron Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta), Sundar Pichai (Google) y Tim Cook (Apple).
Y es que el Gobierno español ha utilizado las injerencias de Elon Musk en política estadounidense y en asuntos europeos como un caballo de batalla para seguir agitando el fantasma de la ultraderecha. Un mantra que Sánchez ha repetido en todas sus comparecencias de las últimas dos semanas autoproclamándose como el dique de contención para luchar contra las injerencias de esta ‘tecnocasta‘ en política y como defensor de un modelo económico en las antípodas de lo que propone Trump.
No obstante, Sánchez ha sido uno de los líderes europeos que ha estado más cerca y que más ha beneficiado a esta ‘tecnocasta‘ durante su mandato. En octubre de 2018 lo hizo se reunió con el máximo responsable de Apple, Tim Cook; en marzo de 2022 lo hizo con el director ejecutivo de Google y Alphabet, Sundar Pichai; y con el vicepresidente de Meta, Javier Oliván; y en junio del año pasado mantuvo un encuentro con el presidente y consejero delegado de Amazon, Andy Jassy. En todos estos acercamientos se mostró orgulloso de la aportación de estos gigantes digitales a la economía española y les invitó a seguir invirtiendo en nuestro país.
Entorno regulatorio
En cuanto al entorno regulatorio, el Gobierno aprobó una nueva Ley de Telecomunicaciones a finales de 2021. Lo hacía con un año de retraso por la pandemia y con importantes cambios respecto del borrador inicial. El Ejecutivo descartaba cobrar un nuevo tributo a Google, Facebook, Amazon y las grandes tecnológicas, al no incluirles en la tasa de telecomunicaciones, una decisión que generó gran polémica, pero que salió adelante por orden directa de Moncloa.
En el caso de la ley audiovisual, el Gobierno aprobó a comienzos de 2022 que Netflix, HBO, Disney+ y todos los «prestadores del servicio de comunicación audiovisual a petición» tuviesen que pagar la tasa RTVE correspondiente al 1,5% de sus ingresos de explotación. Una demanda del sector a la que se dio luz verde solo a partir de 2023, por lo que a los gigantes audiovisuales se les eximió del pago durante otros doce meses. Un claro guiño que fue interpretado también como un salvavidas temporal de Moncloa a estas operadoras.
Una tercera batalla que el Gobierno perdió de manera consciente contra las grandes plataformas fue la de su sede fiscal y el pago de impuestos en España. En su primera legislatura, Pedro Sánchez intentó que los gigantes tecnológicos pagasen en nuestro país el equivalente a sus ingresos reales. No obstante, más de seis años después son pocas las compañías que realmente tributan con una sociedad constituida en España y son menos las que declaran toda su facturación.
Subvenciones públicas
De hecho, las facturas que emiten a los usuarios españoles muchas de estas empresas siguen siendo de sociedades constituidas en países con mayores ventajas tributarias como Países Bajos, Luxemburgo e Irlanda. Esto supone que paguen en España menos impuestos que los que le corresponderían por su actividad real. Pese a las críticas iniciales del Gobierno (que en el último lustro han cesado), nada ha cambiado durante las sucesivas legislaturas de Sánchez.
Por si fuera poco, el Gobierno de Sánchez ha regado con cuantiosas subvenciones públicas a estos gigantes digitales, en especial a los del sector audiovisual como Netflix, HBO y Disney. Es el caso de 1.600 millones en la primera parte del Plan España Hub Audiovisual y ahora otros 1.500 millones para toda la industria. De este montante, una buena parte ha ido a las plataformas, las que además tienen un régimen laxo de inversión y de tributación mediante el cual se incentiva que produzcan y filmen sus producciones en suelo español.