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Telecomunicaciones

Los minoritarios de MasOrange sondean el mercado para crear la 'nueva MásMóvil'

Estos accionistas se repartirán 765 millones de euros cuando se cierre oficialmente la venta a Orange Francia

Los minoritarios de MasOrange sondean el mercado para crear la ‘nueva MásMóvil’

Antigua sede del grupo MásMóvil en Madrid, antes de su fusión con Orange en España. | EP

Los accionistas minoritarios de MasOrange que cerraron la venta del 50% a Orange Francia hace una semana ya están pensando en su siguiente inversión. Conocedores de que su salida de la primera operadora de telecomunicaciones española estaba próxima, las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que desde hace meses están sondeando el mercado y analizando opciones con el objetivo final de construir la siguiente compañía disruptora del mercado, como lo fue MásMóvil hace una década, que pueda hacer frente a los gigantes del sector teleco.

Orange cerró la compra del 50% que no controlaba de MasOrange por 4.250 millones de euros. De este porcentaje, el 41% corresponde a los grandes fondos de inversión KKR, Cinven y Providence y el 9% restante se reparte de manera más o menos equivalente entre inversores españoles como Onchena, el vehículo inversión de los Ybarra Careaga; Inveready, controlada por uno de los fundadores de MásMóvil, Josep María Echarri; Key Wolf, de José Eulalio Poza, fundador de Ibercom; y diferentes directivos de la compañía liderados por el consejero delegado, Meinrad Spenger.

Estos pequeños accionistas se repartirán 765 millones cuando se cierre oficialmente la venta, probablemente antes del verano del próximo año, lo que les deja en una buena posición de liquidez que quieren aprovechar para seguir invirtiendo en el sector. Y en principio quieren hacerlo juntos, en bloque, como se han mantenido desde hace más de una década, momento en que se reunieron en torno a su inversión en MásMóvil.

Compra de Avatel

Como ya lo ha hecho en MasOrange, quien lidera este grupo es Josep María Echarri, a quien se le atribuye el mérito de estar detrás de todas las operaciones de generación de valor de MásMóvil, desde los comienzos de Ibercom, pasando por la venta a los fondos y la compra de Euskaltel y finalizando en la fusión con Orange. En todas ellas, Meinrad Spenger ha liderado las estrategia y la gestión, pero Echarri es quien ha hecho los números y ha controlado los tiempos de las negociaciones.

Y Echarri ya ha adelantado deberes. En junio cerró la compra de Avatel, la operadora que más había crecido desde la pandemia y que en el último año había tenido importantes problemas económicos con un expediente de regulación de empleo (ERE) de por medio. Con un nuevo vehículo —participado al 50% por Echarri y uno de los fundadores de Avatel, Víctor Rodríguez— adquirieron la compañía en unos 250 millones, más una ampliación de capital de otros 100. De esa manera, vendían sus participaciones el hasta entonces vicepresidente, Jorge Gómez y el CEO José Ignacio Aguirre.

Una adquisición que es un buen ejemplo de las empresas que busca Echarri y los minoritarios de MasOrange: del sector de las telecomunicaciones y con problemas financieros. Avatel tuvo un crecimiento fulgurante desde 2020, adquiriendo pequeñas operadoras locales, pero fue tan rápido que no pudo digerir su nueva estructura. Incluso cerró un preacuerdo con Lyntia Access para comprarla por 1.000 millones en agosto de 2022, pero a los pocos meses tuvo que renunciar a la operación por falta de financiación. En esos momentos ya valía solo 600 millones y terminaría vendiéndose por menos de la mitad.

Fibra óptica

En este contexto, las oportunidades son muchas y pasan por pequeñas operadoras que no han podido asumir sus grandes inversiones y que han quedado financieramente muy tocadas. Después del fracaso de Finetwork, integrada en Vodafone por falta de liquidez y problemas para mantener sus expectativas de crecimiento, son muchas las compañías —en especial regionales— que están en el mercado esperando a que las rescaten y a un precio muy por debajo de sus propios activos. Hay hasta un centenar de estas telecos que siguen funcionando de manera independiente y una buena parte de ellas con problemas económicos.

El siguiente paso será llevar a cabo integraciones como las que ya se están haciendo entre los negocios de Avatel y Parlem en Cataluña. Desde hace poco menos de un lustro, Inveready es uno de los inversores de referencia de esta última (incluso sufragó una ampliación de capital de 11 millones en 2022) y las sinergias que están en marcha entre estas dos operadoras de telecomunicaciones pueden ser un laboratorio de pruebas para realizar uniones con futuros negocios.

El primer gran objetivo es crear una gran red de banda ancha alternativa a los cuatro grandes operadores. En estos momentos, los pequeños actores tienen 19,7 millones de hogares pasados con fibra óptica y, de ellos, tres millones son de Avatel. No es fácil unificar estas infraestructuras, pero con algunas compras seleccionadas se podría conseguir un nivel bastante aceptable en términos de volumen, y con precios asequibles tras el bajón de las valoraciones en las infraestructuras de red fija. ¿Sus rivales? Telefónica, que tiene 31 millones de unidades inmobiliarias; MasOrange con 18 millones; Digi con 7,8 millones y Vodafone con 3,8 millones.

Vodafone y Digi

Un buen punto de partida podría ser un acuerdo con Onivia, propiedad del fondo Macquarie, que tiene unos seis millones de hogares con fibra. Hace algunos meses se especuló con una gran integración entre estas dos compañías, pero tras la llegada de Echarri al capital no se ha vuelto a hablar del tema. Lo cierto es que las sinergias serían relevantes y la creación de un gigante de fibra óptica estaría sobre la mesa.

El segundo gran objetivo es crear una operadora de carácter marcadamente regional que, sumando sus fuerzas, pueda convertirse en un actor nacional relevante. Echarri y el grupo de minoritarios que abandonarán MasOrange saben que, tarde o temprano, se generará una gran oleada de consolidaciones en España y que se eliminará uno de los cuatro grandes actores con Vodafone y Digi entre los candidatos. Esto les otorgaría importantes oportunidades, no solo con eventuales remedies que se pudiesen aplicar a estas fusiones (y que podrían caer de su lado) sino que les dejaría el camino libre para rentabilizar un modelo de bajo coste con el que ganar terreno en el mercado.

En definitiva, una nueva MásMóvil, disruptora y que juega a tomar el papel de Digi, que en teoría debería convertirse en una operadora más racional tras superar las integraciones que se aproximan. Por otro lado, la compañía de origen rumano está planteándose su salida a bolsa con una valoración total de 2.500 millones. Y dentro de estos potenciales inversores no hay que descartar a este grupo, aunque en el sector lo ven difícil por el precio y el tamaño de la operación.

Meinrad Spenger

La última pieza por encajar en este puzzle es el protagonismo de Meinrad Spenger, CEO de MasOrange y brazo ejecutor del milagro de MásMóvil. Las informaciones que llegan desde la operadora indican que el actual equipo gestor se mantendrá en la compañía tras el anuncio del preacuerdo para la compra de Orange Francia, pero en el mercado hay dudas de que efectivamente el actual CEO termine siendo el líder del proyecto a medio plazo, en especial cuando se concrete oficialmente la compra a mediados del próximo año.

Por norma general, Orange no suele confiar sus negocios en grandes mercados a directivos que no sean franceses y España será su segunda plaza en el mundo y el primer operador español con gran diferencia. Por otro lado, muy pocos que no sean Meinrad Spenger podrían liderar la creación de una nueva MásMóvil. Rondando los 50 años, le queda mucha vida profesional por delante, y embarcarse en otra aventura junto a Echarri y sus viejos socios podría ser una empresa atractiva.

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