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El último directivo fichado por Renfe se perfila como número dos de la empresa

José Alfonso Gálvez ha trabajado estrechamente con el actual presidente de la compañía en el ministerio

El último directivo fichado por Renfe se perfila como número dos de la empresa

Trenes de Renfe. | Europa Press

Renfe continúa con su proceso de reestructuración interna motivado por el giro de timón de la empresa pública, que ahora busca un modelo que refuerce su apuesta por el viajero frente al viejo objetivo de la anterior administración, centrada en la captación de clientes y la sostenibilidad de las cuentas. Una de las incógnitas para esta nueva estrategia es la situación de su actual número dos, Óscar Gómez, al que se le busca acomodo en otra área. En su lugar, y como sustituto, se perfila José Alfonso Gálvez, actual director de Explotación en la Dirección General de Negocios y Operaciones en Renfe Operadora.

Gálvez es de la confianza del actual presidente, Álvaro Fernández. De hecho, era su adjunto en el Ministerio de Transportes en el área de movilidad sostenible que creó el ministro Óscar Puente. Por otro lado, tanto Gálvez como el presidente de Renfe comparten un mismo pasado en la empresa de Autobuses Urbanos de Valladolid (Auvasa), donde ambos tuvieron el mismo puesto en épocas diferentes: Fernández Heredia fue gerente durante tres años y siete meses (septiembre de 2019 a marzo de 2023), mientras que Gálvez estuvo solo cinco meses en esa posición (marzo de 2023 a julio de 2023). Ambos coincidieron con Óscar Puente en su etapa de alcalde de Valladolid.

Hace un año el propio ministro anunció por redes sociales el fichaje de ambos para una nueva área del Ministerio. «Al organigrama del Ministerio de Transportes le faltaba la pata de la movilidad sostenible, que no existía. Para ello he creído que nadie mejor que Álvaro Fernández y José Alfonso Gálvez para unirse al equipo y ayudarme a desarrollar una verdadera política de movilidad sostenible en España», publicó Puente el 12 de marzo de 2024. Cabe mencionar que en los últimos meses, Renfe ha fichado a cinco directivos ligados al mundo del autobús.

El fichaje de Gálvez por Renfe ocurre en plena investigación del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra el Reino de España por falta de independencia en el sector ferroviario tras una denuncia de la Comisión Europea. El Ministerio de Transportes estaría tensando aún más las prácticas que denuncia Bruselas, ya que a mediados del pasado mes de enero la empresa pública nombró al secretario general de Movilidad Sostenible del Ministerio, Álvaro Fernández, como su nuevo presidente. Este escenario deja una fina línea de separación entre el Ministerio de Transportes y el grupo Renfe, cuya filial estrella (Renfe Viajeros) compite hoy en un mercado liberalizado con otros dos operadores.

En la denuncia de Bruselas de octubre de 2023 se señaló que «no estaba claramente garantizada la independencia de los consejos de administración entre ADIF (gestor de la infraestructura) y Renfe. Teniendo en cuenta la composición del consejo de administración, que es nombrado por el Ministerio de Transportes, el derecho del Ministerio a poner fin al mandato de sus miembros y las normas relativas a la toma de decisiones, cabe concluir que el Estado es capaz en efecto de ejercer una influencia decisiva en los acuerdos del consejo de administración, incluidos los que afectan a los precios de los billetes».

Tensión con el último presidente

Gómez mantuvo una relación tensa con el expresidente de Renfe, Raül Blanco, que dimitió hace unas semanas. Según fuentes internas, la relación entre ambos se encontraba, más que deteriorada, «rota», y marcada por la «desconfianza». Esta mala relación al principio solo la conocían algunos en la empresa, pero –según las mismas fuentes– acabó «siendo percibida por más empleados dentro de la compañía».

Según fuentes conocedoras del asunto, Gómez trató de acercarse al ministro de Transportes, Óscar Puente, hace varios meses para ganarse su confianza y aumentar así su cuota de poder. Un asunto que conoció el propio Blanco y que provocó una lucha interna entre ambos. Las mismas fuentes señalan que este escenario causó «ineficiencias dentro de la empresa», paralizando algunas actividades clave.

No obstante, y pese al tira y afloja entre el presidente y su número dosBlanco mantuvo el poder. De hecho, fue él quien forzó a Gómez a dar la cara en octubre después del accidente de Madrid, cuando un tren vacío de pasajeros descarriló en el tramo subterráneo del AVE que transcurre entre las estaciones de Atocha y Chamartín.

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