El presidente de Polonia firma la polémica ley sobre el Holocausto
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha firmado este martes la ley sobre el Holocausto, que prevé penas de tres años de prisión para las personas que acusen “contrariamente a los hechos” a la nación o Estado polacos de su participación en los crímenes de la Alemania nazi, informa AFP. La ley ha generado una gran polémica social, además de tensiones con Israel, Estados Unidos y Ucrania.
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha firmado este martes la ley sobre el Holocausto, que prevé penas de tres años de prisión para las personas que acusen “contrariamente a los hechos” a la nación o Estado polacos de su participación en los crímenes de la Alemania nazi, informa AFP. La ley ha generado una gran polémica social, además de tensiones con Israel, Estados Unidos y Ucrania.
“Decidí firmar la ley y luego transmitirla al Tribunal Constitucional”, ha declarado Duda a los medios de comunicación. “Es una solución que por un lado preserva los intereses de Polonia, nuestra dignidad y la verdad histórica, para que los juicios sobre nosotros en el mundo sean honestos, que se abstengan de difamarnos”, ha explicado. Duda ha pedido al Tribunal Constitucional que verifique su conformidad con la ley en lo que concierne a la libertad de expresión.
La ley ha sido duramente criticada por Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, asegura que “no tiene fundamentos” y que “no podemos cambiar la historia y el Holocausto no puede negarse”. Tanto dirigentes israelíes y de organizaciones judías internacionales consideran que esto es un intento de negar la participación de ciertos polacos en el Holocausto, algo que Varsovia desmiente.
Por otra parte, Estados Unidos expresó su temor sobre las posibles consecuencias de esta ley y pidió a Polonia que la reconsiderara.
También ha protestado por esta ley Ucrania, debido a que la interpretación de uno de sus pasajes permitiría inculpar a quienes nieguen los crímenes de los nacionalistas ucranianos cometidos entre 1925 y 1950, que incluyeron a víctimas polacas.
La ley puso a los conservadores nacionalistas, en el poder en el país, frente al dilema de no aprobarla y ser acusados de ceder a las presiones extranjeras o aprobarla y dañar las relaciones de Polonia con Estados Unidos e Israel.
Finalmente consideraron que era necesario acabar con expresiones como “campos de la muerte polacos”, utilizada con frecuencia por políticos extranjeros y que, según ellos, daña la imagen del país.