Comer y morir

La gran industria azucarera constituye otro de los lobbies más influyentes reportando un beneficio de 47.000 millones de dólares al año, este dominio del azúcar es motivado por la falta de información a los consumidores sobre los efectos que este producto provoca en la salud como diabetes, hipertensión o fractura de huesos.

El arroz usado en harinas, pasteles,pan o pasta para celiacos contiene concentraciones importantes de arsénico. Así lo revelan los resultados de los análisis presentados en la revista Food Additives & Contaminants por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Advierten que algunos de estos productos contienen cantidades suficientes para producir riesgo de padecer cáncer de pulmón, piel y vejiga.

La Unión Europea todavía no ha establecido unos límites legales del contenido máximo de arsénico en este tipo de productos y las multinacionales se aprovechan de ese vacío legal. También se ha encontrado arsénico en el pollo que se comercializa en EEUU, “La magnitud de los hechos se podrá saber al conocer más detalles del estudio y al entender por qué la industria no lo hizo público antes”, señaló al respecto el diputado Juan Luis Castro. La falta de información es el arma que esgrimen las multinacionales.

Por su parte el Senador Guido Girardi, promotor de la Ley de Rotulados en Chile, ha criticado duramente el reglamento ya que es un “traje a la medida de las empresas”, esta falta de etiquetado es lo que mantiene a la población desinformada respecto a los riesgos que para su salud representan ciertos ingredientes tóxicos que las compañías de alimentos utilizan como el atrazine, cloro, antibióticos,ractopomine y otras hormonas de crecimiento, benzoato de sodio,aceite de canola,glutamato monosódico,nitrato de sodio,petroquímicos sintéticos etc etc. Chile por cierto lidera el ranking de los países con más niños obesos del mundo y en cuyo territorio dos tercios de la población muere por enfermedades que son consecuencia del consumo de estos alimentos. Otro ámbito donde ha imperado el peso de la industria se vincula a los alimentos transgénicos y la polémica  “Ley Monsanto” donde una multinacional pretende “privatizar las semillas” y tener la propiedad intelectual y el control sobre los alimentos del mundo.

La gran industria azucarera constituye otro de los lobbies más influyentes reportando un beneficio de 47.000 millones de dólares al año, este dominio del azúcar es motivado por la falta de información a los consumidores sobre los efectos que este producto provoca en la salud como diabetes, hipertensión o fractura de huesos. Creemos salvaguardar a nuestros hijos no permitiendoles que vean violencia en televisión pero ¿saben que un niño verá al año cerca de 19.000 anuncios sobre el azúcar en España? Así se explica que nuestro país sea el primer país en tasa de obesidad infantil de la Unión Europea. No solo el azúcar mata a sus hijos, mata a los de otros, ya que el incumplimiento de los derechos humanos en la producción de azúcar es sistemático, se calcula que unos 7.000 niños esclavos en Bolivia van a trabajar en la industria del azúcar.

No nos damos cuenta del poder que ejerce la industria alimenticia a nivel mundial en el que los gobiernos son rehenes de las presiones de esta industria y el resultado está siendo uno de los envenenamientos en masa más grandes de la historia. Y silencioso.