THE OBJECTIVE
José Antonio Montano

Cs se mmmuere

“Mejor la destrucción, el fuego”, como terminaba Cernuda un poema. Sigue latiendo ese impulso. La tentación del cortocircuito. Hay un alivio de fondo en volver a la abstención (¡las manos limpias!), porque el no votar a Ciudadanos no se va a traducir en votar a los demás partidos, que me siguen pareciendo lamentables.

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Cs se mmmuere

“Mejor la destrucción, el fuego”, como terminaba Cernuda un poema. Sigue latiendo ese impulso. La tentación del cortocircuito. Hay un alivio de fondo en volver a la abstención (¡las manos limpias!), porque el no votar a Ciudadanos no se va a traducir en votar a los demás partidos, que me siguen pareciendo lamentables. Hay como un frenesí destructivo ahora, de colaborar en el hundimiento de lo que se está hundiendo; pero molesta ver a otros que empujan también y que son peores, mucho peores. Claman por una dignidad que nunca tuvieron; celebran ejemplaridades ajenas y ni se plantean las propias… Quienes elogian a Valls por haberse negado a Vox y por haberle cortado el paso a ERC, por ejemplo, bien podrían criticar a Sánchez por apoyarse en Bildu. Pero esperaremos sentados.

Le dije a una amiga: “Cerramos partidos como quienes cierran bares”. Todo esto ya lo vivimos con UPyD. Y no deja de tener su gracia que Martínez Gorriarán esté ahora en Twitter comentando la jugada y recomendando su libro sobre el hundimiento de UPyD, que se titula ‘La democracia robada’ pero que viene a ser ‘El asesinato de Rogelio Ackroyd’ de la política.

Lo cierto es que Cs se mmmuere, como el Goethe del relato de Bernhard, según el cual las últimas palabras del gran clásico alemán no fueron ‘Mehr Licht!’ (¡más luz!), sino ‘Mehr nicht!’ (¡más nada!). Lo que quería al morir no era más iluminación, sino que se acabara de una vez el asunto. Cs como partido seguirá, de todas formas. El que muere o mmmuere es el Cs que conocíamos: el Cs al que votábamos. Roldán lo formuló bien en su despedida: es Cs el que ha cambiado. Rivera ha decidido prescindir del votante específico de Cs (ese que de Cs se irá a la abstención, que es donde estaba antes) y quedarse con el que vota a Cs como podría votar al PP e incluso a Vox.

Escribió Nietzsche (¡hoy estoy citón!): “El lector de periódicos dice: con tal error ese partido se arruina. Mi política ‘superior’ dice: un partido que comete tales errores está acabado –ya no posee su seguridad instintiva”. Todos los errores que viene cometiendo Ciudadanos tienen su origen en esa disipación. Dejó de ser aquel delicioso partido ‘ondoyante’ (¡pero que sabía perfectamente adónde no se tenía que acercar con sus ondulaciones!) y se ha convertido en un plomo que no se mueve (¡no se mmmueve!), y encima en el lugar equivocado.

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