THE OBJECTIVE
Nestor Barreira

El amor tiene medida

Mujeres. Estáis constantemente en plena lucha por ser perfectas. A veces creo que no paráis de esforzaros por llamar nuestra atención. Dos noticias de The Objective me han hecho fijarme hoy en dos mujeres bien distintas.

Opinión
Comentarios

Mujeres. Estáis constantemente en plena lucha por ser perfectas. A veces creo que no paráis de esforzaros por llamar nuestra atención. Dos noticias de The Objective me han hecho fijarme hoy en dos mujeres bien distintas.

Mujeres. Estáis constantemente en plena lucha por ser perfectas. A veces creo que no paráis de esforzaros por llamar nuestra atención. Dos noticias de The Objective me han hecho fijarme hoy en dos mujeres bien distintas.

Por un lado Miss Bum Bum. Andressa Urach, brasileña y arrepentida de estar tan buena. Después de ser una de las mujeres más deseadas de Brasil su salud dijo basta. Se inyectaba hidrogel en sus piernas, entró en parada cardiorrespiratoria y casi nos deja. Dice ahora que lamenta haber “envenenado su cuerpo por vanidad” y que sus “heridas sirvan de advertencia a otras mujeres». Bruta a más no poder. Me entra por los ojos, lo reconozco. Creo que no le valió la pena.

Y Tess Holliday, antes conocida como Tess Munster (el puto destino). Primera modelo de tallas grandes fichada por una súper agencia. Historia complicada, mezcla de buying y rechazo social. Me entra también por los ojos… y por el alma.

Esta mañana hice encuesta entre las chicas. Cómo veían a ambas. Todas del lado de Tess. La componenda del más débil. No me vale como experimento sociológico. Que si su afán de superación. Que si estar gordita es una jodienda. Que si con este contrato su autoestima se verá premiada…

Yo, de abogado del diablo, digo que Tess ahora será un poco más feliz después de todo lo que ha pasado y no al revés. No debió ser nada fácil su vida.

Andressa, buenorra de nacimiento, pagó su precio y ya no hace demagogia sobre sus cachas.

A Tess alguien tendría que decirle que el problema no son las tallas grandes. El problema es cultural. Que no tiene que jugar a ser la gorda perfecta. Simplemente que se sienta bien y no juegue con su salud. Os recomiendo www.vistetequevienencurvas.com el perfecto manual sobre una gorda perfecta que quiso dejar de serlo para convertirse en una persona normal. “A veces las barreras mentales y físicas las ponemos nosotras mismas…Si no quieres que te traten como a una gorda, no te comportes como una gorda. Y quien dice gorda dice cualquier otra cosa”.  ¡Grande! El amor tiene medida sí… pero en la cabeza.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D