THE OBJECTIVE
Gemma Bargues

Los viejos estorban

¿Qué será de ti cuando seas ochentón? ¿Acaso tú no llegarás a viejo y querrás que tus hijos te cuiden? Recuerda todos los pañales que te pusieron de bebé, porque llegará ese momento en que, pasados los años, la vida se dé la vuelta y sean tus hijos quienes te los pongan a ti.

Opinión
Comentarios

¿Qué será de ti cuando seas ochentón? ¿Acaso tú no llegarás a viejo y querrás que tus hijos te cuiden? Recuerda todos los pañales que te pusieron de bebé, porque llegará ese momento en que, pasados los años, la vida se dé la vuelta y sean tus hijos quienes te los pongan a ti.

Dicen que las arrugas, más que simples surcos producidos por la edad, son marcas llenas de sabiduría, experiencias y lecciones de las que todos deberíamos aprender. Y miro la piel fruncida del hombre de la imagen, sus ojos hundidos y sus cejas pobladas de canas, y veo eso: el reflejo de una vida machacada por el paso de los años y el reclamo de que, ya por fin, merece descansar y ser mimado por los suyos, que ya le toca.

Y leo el pie de foto: “Unos 200 ancianos desaparecen cada año en la ciudad de México desde 2012”; cientos de personas mayores que se extravían sin dejar rastro, sin que nadie les reclame y sin que esto cause el más mínimo escándalo social. Vale que no es España y el tema nos pilla de lejos, pero igualmente, pienso en mis padres -piensa en los tuyos- y di: ¿serías capaz?

Pues esto es real y es lo que ya se conoce en el DF como ‘fenómeno de los ancianos perdidos’. Muchos sufren Alzheimer y no recuerdan ni dónde viven, otros huyen de las casas de sus hijos donde son maltratados. Y mueren, sin más. También hay quienes abandonan a sus mayores en plena calle, induciéndoles a la mendicidad y quitándoles cualquier documentación que pueda hacer que las autoridades den con ellos. Y mueren, sin más.

Qué pena leer casos de ancianos que aceptan la soledad en centros de acogida, pero viven con la esperanza de que sus familiares, un día, aparezcan por la puerta. Lo que no saben es que son estos mismos quienes les han repudiado porque lo viejo, lo arrugado y lo senil, estorba.

¿Qué será de ti cuando seas ochentón? ¿Acaso tú no llegarás a viejo y querrás que tus hijos te cuiden? Recuerda todos los pañales que te pusieron de bebé, porque llegará ese momento en que, pasados los años, la vida se dé la vuelta y sean tus hijos quienes te los pongan a ti. Tan real como bonito. 

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D