Europa nos roba

Salmond es otro jacobino como Arturo Mas y sus chicos. No se dan cuenta de que es Europa la que roba. Nos ha robado el alma

Es una pena que los independentistas pretendan construir un estado como el que tenemos en esta España de ahora, tan poco española.

España se ha desfigurado tanto desde 1714 que cuesta reconocerla, y los restos se los ha tragado el Mammon de Bruselas, ese sitio donde, si quieres hacer algo de provecho, tienes que ser masón. España ha pasado a la historia y no le vendría mal un revulsivo. Pero me temo que no serán estos catalanes, irreconocibles también en sus delirios -no hablan de la historia sin mentir y la economía la manejan como el Gran Capitán-, no serán estos catalanes, digo, infectados del peor jacobinismo, los que nos den lecciones de nada. (Tal vez, a mí, de propaganda y «agitprop», eso sí).

Y será otra ocasión perdida porque fuera de la Unión Europea de los mercaderes, fuera del euro de los especuladores y fuera de la OTAN de los yanquis, uno se apuntaría a la cosa de la independencia. Se apuntaría a una Cataluña sin leyes que condenen a muerte a los no nacidos y a los viejos; sin la vigilancia doctrinal del estado en la educación; sin los centralismos que ahogan a los pueblos; sin una presión fiscal insoportable y sin un laicismo tan agresivo como favorecedor del mahometanismo. Uno se apuntaría a esa independencia como mi amigo el padre Cavallé Puig, catalán de pro y español, redundancia ésta que conviene destacar.
 
Si yo fuera escocés, exigiría lo mismo, y obligaría a los ingleses a pedir perdón por las matanzas de Cumberland, el carnicero, en Culloden. Pero me temo que Salmond es otro jacobino como Arturo Mas y sus chicos, y lo que quiere es ordeñar la vaca del futuro estado en plan monopolio, sin la competencia en el saqueo de Londres o de Madrid.

No se dan cuenta de que es Europa la que roba. Nos ha robado el alma y peregrinamos a Bruselas para que, además, arda en el infierno.

Sin Cristo fracasará Cataluña, lo profetizo. Como ha fracasado ya España, a menos que ustedes consideren un triunfo que tengamos un Hard Rock Café en la Plaza de Colón y una tienda de Apple en el Paseo de Gracia.

Post Scriptum: Del santo Evangelio según san Mateo: 24, 37-44. “Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del Hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo espe­raban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos.»