2014 años desde que nació Cristo

Cristo volvería a morir. Y lo mataríamos entre todos.

Como todo el mundo sabe, hay más evidencia documental de los Evangelios que de los Diálogos de Platón. De éstos, sólo disponemos de copias árabes medievales. Del Evangelio, hay papiros del año 50 después de Cristo -por ejemplo, el famoso 7Q5-. Tengo bien estudiado el tema, pero no quiero aburrirles. Nadie niega que existió Platón, pero se pone en duda la figura del Jesús histórico o se le contrapone al Cristo de la fe. Zarandajas de progres y de teólogos progres. En cualquier caso, hoy, desde Singapur a Times Square, el mundo contará otra vez el año nuevo a partir del nacimiento del hombre de Galilea, como diría el gran Johnny Cash. 

Jesús, el Hijo de Dios, se identificó con los débiles, los indefensos, los pobres, las viudas, los huérfanos, los marginados, los enfermos, los borrachos y las putas. Y esto gusta a los rojos y disgusta a los burgueses. También se identificó con los ricos, los sabios, los sacerdotes, los trabajadores, los cobradores de impuestos, los colaboracionistas con el imperio y los traidores. Y esto no gusta a los rojos y tranquiliza a los burgueses. De modo que, hoy, Jesús estaría contra los capitalistas salvajes y los especuladores, contra los curas que abusan del templo y de los niños, contra el aborto, contra los sacerdotes laicistas que ocupan el lugar de Dios en las universidades y en los medios, contra los que engañan a los pobres prometiéndoles el cielo en la tierra, contra los traficantes de armas, de almas y de drogas. Estaría contra los adoradores del dinero, del lujo y del placer. Estaría contra los que dicen que Dios es el estado o la nación. Estaría contra todo lo que deshumaniza al hombre. Estaría contra el mal. Abrazaría a los malos. A todos. Y nos diría:

-¿Por qué me persigues?

No habría respuesta. O la respuesta sería el insulto, el escupitajo y el asesinato.

Cristo volvería a morir. Y lo mataríamos entre todos.

El ser humano no soporta tanta verdad. Y, en consecuencia, no soporta tanta libertad como la que trae cada año, cada día, el hombre de Galilea.