Michuacán, Durango y Minuesa: las balas del miedo
Las fuerzas que cambian la Historia son las mismas que cambian el corazón del hombre.
Las fuerzas que cambian la Historia son las mismas que cambian el corazón del hombre.
Las fuerzas que cambian la Historia son las mismas que cambian el corazón del hombre. No sé si Cake Minuesa cambiará la Historia, pero su reacción de periodista con corazón, implicado, desde un medio informativo que lucha por sobrevivir en la UVI mercantil, tenía fuerza.
Implicación del periodista. Escribía aquí la pasada semana sobre la indiferencia de las fotos de Lampedusa y una forma de hacer periodismo aséptica que “desinforma”. La reacción a ‘lo que pasa en Lampedusa’, que está también pasando en España, es la de la movilización silenciosa, 1.300.000 personas asistidas por 70.000 voluntarios españoles sólo en Cáritas. No hay fotografías de esa “movilización de corazones” que cambia 1.3000.000 historias.
El juicio de Nuremberg dio en 1946 la foto de vencedores y vencidos. La rueda de prensa de Cake Minuesa en Durango, la de vencedores, con la autoridad de un micrófono-sin-preguntas, frente a una sociedad vencida por el miedo. El imperio de la Ley vencido por pavor disfrazado de ‘talante’ frente al totalitario asesino. Y una forma de hacer periodismo (no-hay-preguntismo), una forma de vivir, con miedo a encarar verdades.
Empecé a intentar curtir mi pluma entre las balas de Khemers Rojos en la jungla hace 30 años. Pasé miedo. Pero mi saldo no fue afilar la pluma, sino abrir el cerebro. Aprendí a disparar preguntas; las que me hacían, a mí primero, llegar lejos.
La foto de Michoacán de la movilización del pueblo en México contra los narcos y los policías corruptos me ha conmovido. Corazones que tienen claro que la paz es fruto de la libertad y la justicia. Que toman riesgos más contundentes que los de un ‘indignado’ de ipad.
El mediático Howard Hendricks, fallecido el año pasado, decía que la enseñanza que deja huella es la que se hace no de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón. Informar no es ir a ruedas de prensa-sin-preguntas: es ayudar a buscar la verdad, utilizando también el corazón. Como Cake Minuesa Se llama periodismo de interés humano. George Sand dijo que el que tiene buen corazón nunca es estúpido. Yo añadiría que ‘la audiencia’ no es estúpida si ve un buen corazón.