Media Vuelta

Sin Messi ni Neymar. Con Messi y sin Neymar. Con Messi y con Neymar.

Demostró tener la cabeza en su sitio y dos partes de su cuerpo bien acomodadas. En una semana de balones de oro y pelotas descolocadas, el Tata Martino le puso bemoles a la alineación que presentó el sábado ante el Atlético en la que convirtió a Messi y a Neymar en suplentes. Más de uno tuvo que leer la alineación dos veces para confirmar que el técnico azulgrana había sentado a más de 400 millones en el banquillo y optado por los méritos adquiridos de Alexis, Pedro y Cesc. Personalidad, liderazgo y una realidad que el Tata también controla: Messi es otro. Por sus circunstancias físicas y por su rehabilitación emocional. De aquellas palabras de su amigo Cesc –»Leo tiene que parar»– a hoy, el argentino ha caído, se ha levantado y se encuentra en pleno proceso de recuperación en todos los sentidos. Apunta alto. Con menos kilos y con más hambre de fútbol. Re-motivado. Regalando parciales excelsos con goles a pares. Consciente de su cuerpo y de su mente. Parar para reinventarse y darse una vuelta a si mismo. De momento, el que ya lleva media ganada es su equipo, un Barça campeón de invierno que de cumplirse las estadísticas –los dos campeones han coincidido en 12 de las últimas 15 temporadas– está llamado a ganar la Liga. Sin Messi ni Neymar. Con Messi y sin Neymar. Con Messi y con Neymar. Al final, idéntico resultado. Los noventa minutos del Calderón fueron, en cierto modo, una fotografía de este Barça remodelado; de carencias, ausencias y presencias; de guión más físico; de duelo de libretas y de más intensidad que belleza. Menos voltear el calcetín de los debates sobre el Tata y estilo y más valorar esta media vuelta de un técnico con personalidad y un equipo sólido.