¡Caramba, pero si todo es de todos!
Y ahora también Israel. Como si ellos jamás hubiesen sido inmigrantes. Justo el pueblo más nómada de la historia. Ahora también ellos encrudecen la ley para inmigrantes africanos sin visas válidas
Y ahora también Israel. Como si ellos jamás hubiesen sido inmigrantes. Justo el pueblo más nómada de la historia. Ahora también ellos encrudecen la ley para inmigrantes africanos sin visas válidas
Y ahora también Israel. Como si ellos jamás hubiesen sido inmigrantes. Justo el pueblo más nómada de la historia. Se han olvidado de sus 40 años por el desierto y todas sus estancias por países que les han acogido (cierto que también les han rechazado). Ahora también ellos encrudecen la ley para inmigrantes africanos sin visas válidas.
Pero si basta mirar un poco con atención. Yo no veo las fronteras que hemos inventado… Ni siquiera en la lengua existen. Cuando pasas de una región a otra, el idioma no cambia radicalmente, lo hace progresiva y suavemente. Esos muros son siempre artificiales. Es más, el pasaporte es un invento del siglo XX.
“Imagine there’s no countries . It isn’t hard to do. Nothing to kill or die for… Imagine all the people sharing all the world…” cantaba John Lennon en Imagine. Y sé que, tal como hemos hecho el mundo, las visas, los pasaportes y las fronteras, se han vuelto indispensables. Y por eso mismo también la causa de la mayor parte de las guerras. Aunque sea tan artificial, arbitrario y estúpido.
Basta mirar un poco mejor la naturaleza… ¿De qué tenemos tanto miedo? El otro no es realmente una amenaza. Solo cuando vivimos desde el miedo surgen las divisiones, los muros… Israel lleva instalado en el miedo demasiado tiempo. También los musulmanes. Nos perdemos la riqueza que brota de las diferencias. Bastaría potenciar lo que nos une, abrir diálogos más profundos. En el fondo de los corazones siempre nos entendemos. Pero sin miedos, sin visas, sin fronteras.
Los africanos son el nuevo pueblo inmigrante que un día fue Israel. El rechazo y el miedo que nos dan no tienen sentido. Si tan sólo hubiésemos probado unos días lo que ellos viven, quizás no les pondríamos tantos obstáculos a sus sueños. ¡Caramba, pero si el mundo no nos pertenece! ¿Cuándo aprenderemos que todo es de todos y que la tierra no tiene parcelas?