El enigma de ‘Rosetta’

La nave se llama ‘Rosetta ha permanecido dormida casi mil días. La ESA ha esperado todo este tiempo para despertarla.

El lunes, a las siete y media de la tarde, mientras usted jugaba con sus hijos, paseaba al perro o echaba una caña con los del trabajo, una nave espacial lograba una increíble proeza a más de 670 millones de kilómetros de distancia. La nave se llama ‘Rosetta’, fue lanzada en 2004 por la Agencia Espacial Europea (ESA) y ha permanecido dormida casi mil días. La ESA ha esperado todo este tiempo para despertarla, ya que quería que ‘Rosetta’ cogiera fuerzas para lo que le espera: un arriesgado encuentro con un cometa, por primera vez en la historia de la humanidad.

El objetivo de ‘Rosetta’ tiene el complejo nombre de 67P/Churyumov–Gerasimenko. La nave va a pasar los próximos meses acercándose a él, va a observar cómo se desplaza y, en noviembre, realizará la maniobra más compleja: mandará un pequeño robot, llamado Phillae, a posarse sobre el cometa. El robot analizará su núcleo, su cola, su comportamiento y, si todo sale bien, mandará a la Tierra información vital para descifrar los orígenes del Sistema Solar. Uno de los responsables de la misión explicaba al periodista Nuño Domínguez, de ‘Materia’, que poder estudiar un cometa tan de cerca es “casi como sostener en las manos un fósil de hace 4.600 millones de años”.

Europa se ha gastado 1.300 millones de euros en esta misión. Es exactamente lo que costó el proyecto Castor, ahora paralizado porque supuestamente provocaba terremotos, o lo invertido en construir nuevos aeropuertos que apenas tienen tráfico durante los años de la alegría financiera española. ‘Rosetta’ nos ayudará a saber más sobre cómo se formaron los planetas y cómo se originó la vida en la Tierra y, aún así, hay quien duda de la utilidad de seguir invirtiendo en ciencia, innovación y progreso.