La siguiente guerra fría, será digital
Es increíble cómo Internet se ha convertido en algo cotidiano en nuestras vidas. Jamás podrían imaginar sus inventores que 50 años después toda nuestra vida acabaría teniendo un reflejo digital en ella.
Es increíble cómo Internet se ha convertido en algo cotidiano en nuestras vidas. Jamás podrían imaginar sus inventores que 50 años después toda nuestra vida acabaría teniendo un reflejo digital en ella.
Es increíble cómo Internet se ha convertido en algo cotidiano en nuestras vidas, esta red que nació en 1966 de la mano de la agencia ARPA para descentralizar la información y mejorar la comunicación entre diferentes agencias con fines académicos, jamás podrían imaginar sus inventores que 50 años después toda nuestra vida acabaría teniendo un reflejo digital en ella.
Los gobiernos controlan a través de Internet los sistemas de generación de energía, transporte, comunicaciones, transacciones económicas… y lo peor de todo es que aunque no queramos entrar ni usar Internet, nuestros datos ya están circulando libremente, pues todas las empresas e instituciones lo hacen por nosotros.
Esto quiere decir que cada aspecto de nuestra vida, nuestra sociedad, nuestro Gobierno tiene su reflejo en la Red, por consiguiente, cualquier enemigo que quiera atacarnos le bastará con sentarse delante de un teclado y buscar un objetivo.
Pocas noticias transcienden de la nueva guerra fría que estamos viviendo en estos días extraños, pero Internet se ha convertido en el nuevo campo de batalla; China, Corea, EEUU, Rusia, todos tienen numerosos ejércitos cuyos soldados están armados únicamente con un teclado.
Se acabaron los espías sexys con smoking y Martinis, el futuro 007 es un gordo friki superdotado que con varios miles de líneas de código es capaz de retrasar décadas el programa nuclear de Irán con un virus llamado Stuxnet.
Os imagináis cómo van a cambiar las guerras si un soldado hackeara los sistemas de GPS e inutilizara los misiles de medio y largo alcance. ¿Y si las tropas no recibieran sus órdenes de ataque? ¿y si un alto mando diera órdenes de atacar un objetivo y las órdenes fueran hackeadas con otras coordenadas?
Salgamos del terreno de batalla y hagamos preguntas sobre nuestra pacífica ciudad.
¿Qué pasaría si un terrorista hackeara las redes de semáforos y sumiera una ciudad en el caos? ¿y si hiciera que los trenes se chocaran? ¿y si cortaran el suministro de electricidad, gas y agua?. ¿Qué pasaría si todo ésto sucediera a la vez?
Los responsables de ciberseguridad del gobierno americano se hicieron esas mismas preguntas y la respuesta de los expertos fue terrorífica: simplemente no conecten esos sistemas a Internet.