¿Resurgirá Europa de sus cenizas?
Hay que hablar más, y en serio, de la auténtica Europa que se nos muere, de lo que ha sido, de lo que debe ser y de lo que significa. Como Europa, España sufre crisis de identidad.
Hay que hablar más, y en serio, de la auténtica Europa que se nos muere, de lo que ha sido, de lo que debe ser y de lo que significa. Como Europa, España sufre crisis de identidad.
Cuando he leído en The Objective que el Gobierno italiano ha desbloqueado dos millones de euros del fondo «Gran Proyecto Pompeya» para hacer frente al deterioro del espectacular yacimiento, he querido soñar. Además, la Comisión Europea aumentará su cofinanciación en las obras de restauración.
Al poco de leer el pie de foto mis ojos han mirando hacia el cielo de Madrid y mi mente ha divagado… ¿Querrá Europa resurgir de sus cenizas? ¿Queda algún sentido de la cultura, de la historia y de respeto al alma de Europa? De Europa se habla estos días, pero solo de esa poderosa burocracia que aspiran a repartirse los políticos. Pero no se habla de la importancia de Europa.
Hay que hablar más, y en serio, de la auténtica Europa que se nos muere, de lo que ha sido, de lo que debe ser y de lo que significa. Y más aún en España, parte insustituible de Europa, por haber contribuido más que nadie –por más que lo nieguen leyendas negras variadas y absurdas- a sostener todo lo que Europa en verdad representa. Como dijo Dalí: “no debemos europeizar España, sino españolizar Europa”. Nada sería Europa sin España. Pero como Europa, España sufre crisis de identidad. Si los europeos no saben ni lo que son ni lo que debieran ser, tampoco parecen saberlo muchos españoles.
Hasta que no vemos destruirse las cenizas no llega la reacción. Algún sentido de la cultura queda cuando en plena crisis económica se inyectan fondos para conservar un yacimiento tan representativo de nuestra historia. Menos mal, porque si se destruyen hasta las ruinas de Roma y se desmoronan con ellas todo un alma y toda una historia, una civilización como nunca la haya habido, ¿qué nos queda? ¿Resurgiremos? Hay que intentarlo. He querido soñar.