Los tertulianos con tapón

No pretendo que al acabar esta breve lectura sepa usted mucho más sobre lo que pasa en Ucrania. Me conformo si contribuyo a su escepticismo inteligente, ese que tiene certeza de cuánto ignora.

No pretendo que al acabar esta breve lectura sepa usted mucho más sobre lo que pasa en Ucrania. Me conformo si contribuyo a su escepticismo inteligente, ese que tiene certeza de cuánto ignora. Porque de Ucrania todos saben todo, como si todos se hubiesen convertidos en tertulianos de televisión; ese tribunal universal de la sabiduría popular donde con la misma rapidez se dan diagnósticos sobre Física, Econometría, piojos en los colegios o Derecho Natural. No había televisión cuando murió Alfonso X, que nos dejó santo y sabio. Pero ya observaba la petulancia de la que, desde ya antes de Cicerón, nos advierten los más sabios: «los cántaros vacíos son los que más ruido hacen».

Lo malo del petulante no es que ignore, porque todos ignoramos mucho. Lo malo es que juzga lo que ignora, y juzga mucho. Muchos tertulianos resuelven ‘Ucrania’ con la etiqueta de ‘estado tapón’.

Se juzga mucho en televisión con una velocidad procesal de vértigo. Juzgar no es informar. Hay muy poco periodismo en los debates de televisión, que son más notorios cuanto más atrevidos sean los insultos.

Llevo 40 años estudiando, con pasión, ruso y Rusia, el mundo eslavo. Y les aseguro que lo mejor que puedo compartir con ustedes es el reconocimiento de la ignorancia, el escepticismo sano del que guarda su juicio como un sable.

Ucrania, que para un eslavo significa «mi país», «el país donde estoy», es un pueblo complejo, de accidentada y fragmentada Historia, rico y poderoso. Un país dividido (¿y Bélgica?) y con problemas, ciertamente, pero que a nadie ha pedido salvación. Un país democrático que todavía lucha contra una mafia de corrupción (¿y España?), o con etnias dominantes, como los cosacos, que buscan su ubicación.

Es un tema apasionante, importante. Hablamos de los dos ejércitos nacionales más fuertes de Europa. Les aconsejo bucear, empezando en enciclopedias, como la Britannica, que escribían en papel, no por votación en Internet. Y les aconsejo que a los que lo resuelven con » es un estado tapón» le pongan el tapón al cántaro vacío; hará menos ruido. Y compartiremos la maravillosa aventura de conocer.