Pep y Mou se unen contra Madrid
Ambos equipos madrileños se van con un pie adelante a Londres y Munich, ambos con un mismo objetivo… Lisboa. Pero en el norte la cosa será diferente, los alemanes y los ingleses no son españoles, y no lo digo porque sea Guardiola el técnico del Bayern de Munich.
Ambos equipos madrileños se van con un pie adelante a Londres y Munich, ambos con un mismo objetivo… Lisboa. Pero en el norte la cosa será diferente, los alemanes y los ingleses no son españoles, y no lo digo porque sea Guardiola el técnico del Bayern de Munich.
Unos se cierran como camión delante de la portería. No tengo ni que mencionar quienes son esos ¿no? Otros prefieren perder que colgarse de los palos. El martes, el Vicente Calderón vibraba ante un Chelsea opaco que repite la hazaña del 2012 para llegar a la Final de la UEFA Champions League.
El miércoles, un par de kilómetros más arriba, sobre el paseo de La Castellana, los bávaros ponen a temblar la grada alta del Santiago Bernabéu. Incluso el campo tembló, y duro, durante el primer tiempo del partido, pero no fue más que una leve sacudida para los merengues que se adelantaron con un gol de Benzemá a la mínima que les dejaron tocar el balón.
Ambos equipos madrileños se van con un pie adelante a Londres y Munich, ambos con un mismo objetivo… Lisboa. Pero en el norte la cosa será diferente, los alemanes y los ingleses no son españoles, y no lo digo porque sea Guardiola el técnico del Bayern de Munich. Conozco bien ambas aficiones. ¡Allá se espera un tsunami! Olvídense de la escala de Reichter.
La próxima semana se jugarán los partidos de vuelta en el Allianz Arena y Stanford Bridge. El que haya estado esta semana en el Bernabéu me entenderá cuando me refiero a una arrolladora barra brava vestida de rojo, más altos de lo normal, de ojos claros que parecen biónicos y chasis de 2×2 (metros). No por nada Adolf creía que eran una raza superior.
Al Atleti, con su empate sin goles, lo veo cómodo y con hambre de volver a la final después de 40 años. Al Real Madrid, incluso con el golito a favor, no tanto. Que no los ciegue la obsesión con la dichosa «orejona». En Munich juegan 11 más 71 mil cervezeros que ayer salieron poco satisfechos del Bernabéu, casi una hora después de finalizar el juego cuando la policía decidió abrir la jaula.
A todo esto súmenle un Guardiola indignado tras perder por primera como técnico en el Santiago Bernabéu. Presiento un holocausto futbolístico. Y cuando los oyes gritar en unisono AUF GHET´S BAYERN, mejor unirte o salir corriendo.
