Verano de sopor, verano de guerra
Cae sopor de tarde de agosto este día de junio, con noticias viejas con caras nuevas. Como un Rey que nos abdica para dar paso a otro y que reine. En España, desde los Reyes Católicos, 14 veces, 2 dinastías. Predecible también el Mundial, con litúrgica exactitud, a su año, a su tiempo.
Cae sopor de tarde de agosto este día de junio, con noticias viejas con caras nuevas. Como un Rey que nos abdica para dar paso a otro y que reine. En España, desde los Reyes Católicos, 14 veces, 2 dinastías. Predecible también el Mundial, con litúrgica exactitud, a su año, a su tiempo.
Cae sopor de tarde de agosto este día de junio, con noticias viejas con caras nuevas. Como un Rey que nos abdica para dar paso a otro y que reine. En España, desde los Reyes Católicos, 14 veces, 2 dinastías. Predecible también el Mundial, con litúrgica exactitud, a su año, a su tiempo: más sopor de tardes de pizzas, locutores gritando en las teles de miles de escaleras en camiseta. Todo banal. Tiene la tarde hoy el tono de luz espesa, real, de Hopper y sin embargo no es real. La liturgia de la fiesta del fútbol, cursi, todos en la foto, parece dar la espalda a otra realidad. Hay más conflictos vivos hoy en el mundo 52, involucrando a una media de más de 3 países en cada uno de ellos, más 8 guerras abiertas, acumulando unos 15 millones de muertos.
Visita la muerte de la guerra a sus víctimas cada noche, cada meridiano, en mas países que nunca antes. Y parece una tarde de Hopper, de luz espesa. Porque el espesor de nuestro entorno no nos deja ver la realidad. Podemos hablar del Mundial, de los republicanos españoles o los nuevos impuestos de Montoro a la prostitución y la droga, nueva riqueza nacional. Pero el mundo está en Guerra. El negocio más denso, no es el de Montoro, es la riqueza de matar. Cada vez más fácil, cada vez mejor. En la NATO hace poco cambiamos el calibre habitual de la infantería del 7,62 desde la Segunda Guerra Mundial, al 5,56 con el fusil de asalto normalizado HK. ¿Por qué se mejora a un calibre menor? Porque mata menos, hiere más. Y cada herido ocasiona una baja de 8 personas de intendencia, sanidad, transporte, infraestructura. Es más letal para la fuerza herir que matar, organiza más caos previsto. La industria de la Guerra ( donde las armas no son necesariamente lo más importante) está hoy en un zenit; no podría ir mejor, con un Presidente del supuesto país más poderoso de la tierra, Estados Unidos, que tiene un Premio Nobel por La Paz que todavía no ha devuelto. Cuando el Papa Francisco bramaba contra la malicia de esta industria no lo hacía por adoctrinar. Es un llanto diario en el mundo, que da hoy más mártires cristianos que los peores años de Diocleciano, de Nerón, de Hitler. Con armas transportadas por empresas radicadas en los países Arabes (dictaduras monárquicas que también ponen su nombre a camisetas de equipos de fútbol) desde complejos industriales en Rusia, India, Pakistán, Francia, Estados Unidos…
No es la tarde de mundo asfaltado de Hopper. No es lo que parece. “El infinito ciclo de las ideas y de los actos, infinita invención, experimento infinito, trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud; conocimiento del habla, pero no del silencio; conocimiento de las palabras e ignorancia de la palabra.” Escribió T.S. Elliot. Nos faltan esas tardes de quietud, de silencio, de conocer, no palabras, sino la palabra. ¿Cuándo será el último verano de esos?