MyTO

"Cariño, no es lo que parece"

El género epistolar de alcoba siempre ha tenido su aquel, y yo voto sin miedo por recuperarlo con la dignidad y el lustre que merece. Recordemos aquel bonito «¿Te lleno el depósito?» del Príncipe Charles a su por entonces amiga Camila.

Opinión

El género epistolar de alcoba siempre ha tenido su aquel, y yo voto sin miedo por recuperarlo con la dignidad y el lustre que merece. Recordemos aquel bonito «¿Te lleno el depósito?» del Príncipe Charles a su por entonces amiga Camila.

«Si te tuviera, te besaría y acariciaría en mis brazos hasta que dijeras «Warren, oh, Warren»». Pues nada, que a Warren Harding, vigésimo noveno Presidente de los Estados Unidos le iba la traca —y es que se han publicado más de cien años después (suerte que tienes, colega) las cartas pelín picaronas que el de Ohio mandaba a un señorita que —mira pues— no era su esposa. El género epistolar de alcoba siempre ha tenido su aquel, y yo voto sin miedo por recuperarlo con la dignidad y el lustre que merece. Recordemos aquel bonito «¿Te lleno el depósito?» del Príncipe Charles a su por entonces amiga Camila. Su respuesta no pudo ser más british: «Sí, por favor». Tonterías, las justas.

«Amo la desenvoltura de tus muslos perfectos cuando me mantienen en el paraíso» insiste Warren. Dejemos a un lado el asunto moral; al menos, y eso tienen que reconocerlo, está bien escritas. Y en este hoy de sexting, Badoo, mensajes efímeros, «t kiero tete» y cornamentas virtuales, pocas cosas más reconfortantes que un ligero, conciso y perfecto: «Sí, por favor».