El periodista anglosajón decapitado por los yihadistas ingleses

A ver si nos aclaramos. La OTAN atacó al legítimo gobierno sirio bajo el pretexto de apoyar una supuesta sublevación popular que hoy sabemos fue inexistente.

A ver si nos aclaramos.

La OTAN atacó al legítimo gobierno sirio bajo el pretexto de apoyar una supuesta sublevación popular que hoy sabemos fue inexistente. Una vez comenzada esa guerra sin razón, Estados Unidos, Gran Bretaña, Qatar, Turquía y Arabia Saudita formaron, financiaron y entregaron armas a los distintos subgrupos de combatientes islámicos sunnitas que bajo diferentes nombres se unieron finalmente en el “Estado Islámico” que invadió Irak con la aquiescencia de su primer ministro Maliki, que intentaba permanecer en el poder causando el caos en su propio país. (Un Maliki que, por supuesto, también fue colocado por los sionistas británicos y norteamericanos).

La Red Voltaire ha publicado, incluso, una foto en la que se ve al senador John McCain departiendo con el hoy “califa Al Baghadi”, máximo responsable de ese terrorífico Estado Islámico que se dedica a cortar cabezas de chiítas, kurdos, cristianos y sunnitas. Vamos, que fue este líder republicano USA quien ha colocado a este califa en su sitio.

Tenemos pues que las potencias de la OTAN y sus aliados del Golfo Pérsico son los responsables de la creación de este demoníaco ejército que parece salido de los tiempos de Atila y que, después de cometer las mayores atrocidades, le corta la cabeza a un periodista norteamericano que minutos antes de perder la vida hacía responsable a su propio país, no sólo de su muerte, sino de todo lo que está pasando en Irak.

Y como colofón, nos enteramos de que su ejecutor es inglés, perteneciente a un “comité de élite inglés” dentro del propio califato islámico, conocidos como “The Beatles”.

Puede que sea pertinente recordar que hace ya un siglo el Reino Unido lideró otra “revuelta musulmana” en la misma región a través de un agente suyo llamado “Lawrence de Arabia”… ¿les suena?

Y mientras tanto, Obama y Cameron -dicen- echarse las manos a la cabeza
ante el horror que ellos mismos han creado.

¿Estamos locos? ¿Nos toman por tontos?