Acción con alma
Aficionado y crítico antes que guionista y director, el mallorquín Daniel Monzón sabe mucho de cine. Ya lo demostró en sus primeras películas tras la cámara las fallidas El corazón del guerrero y El robo más grande jamás contado.
Aficionado y crítico antes que guionista y director, el mallorquín Daniel Monzón sabe mucho de cine. Ya lo demostró en sus primeras películas tras la cámara las fallidas El corazón del guerrero y El robo más grande jamás contado.
Aficionado y crítico antes que guionista y director, el mallorquín Daniel Monzón sabe mucho de cine. Ya lo demostró en sus primeras películas tras la cámara —las fallidas El corazón del guerrero y El robo más grande jamás contado—, y lo confirmó en la interesante intriga La caja Kovak y en el rotundo drama carcelario Celda 211. Ahora muestra su admiración por el cine de acción de los años 70 y 80 en El Niño, intensísimo thriller policiaco que ha coescrito con el asturiano Jorge Guerricaechevarría.
En efecto, las alargadas sombras de Sam Peckinpah, Don Siegel, Sidney Lumet, John Frankenheimer, Michael Mann… aparecen en cada fotograma de este vigoroso retrato del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. Un aguafuerte inspirado en hechos reales y estructurado a través de los dramas paralelos de dos incautos quinquis andaluces —El Niño (Jesús Castro) y El Compi (Jesús Carroza)— y dos sufridos policías españoles —Jesús (Luis Tosar) y Eva (Bárbara Lennie)—, que siguen los pasos de un mafioso apodado El Inglés (Ian McShane).
Fiel a sus referentes, Monzón despliega unas trepidantes secuencias de acción a la antigua usanza, enormemente veristas, sin efectos digitales y perfectamente comparables a la de una superproducción de Hollywood. Además, las llena de humanidad perfilando a todos los personajes con una sugerente variedad de grises y facilitando así el lucimiento tanto de los ya veteranos Luis Tosar, Eduard Fernández, Sergi López, Bárbara Lennie, Jesús Carroza… como del debutante Jesús Castro, todo un descubrimiento, llamado a convertirse en estrella del cine español. La subtrama romántica baja el nivel, sobre todo en sus convencionales concesiones eróticas. Y tiene más vigor y originalidad la trama delictiva que la policiaca. Pero esos defectos no devalúan demasiado esta sobresaliente película de género, sin duda uno de los mejores filmes de la temporada.
