Un oasis entre desgracias
Cuando nos encontramos rodeados de malas noticias y es complicado encontrar un momento en los medios en el que no se hable de una desgracia, aparece un rayo de luz que consigue hacernos esbozar una enorme sonrisa.
Cuando nos encontramos rodeados de malas noticias y es complicado encontrar un momento en los medios en el que no se hable de una desgracia, aparece un rayo de luz que consigue hacernos esbozar una enorme sonrisa.
Cuando nos encontramos rodeados de malas noticias y es complicado encontrar un momento en los medios en el que no se hable de una desgracia, aparece un rayo de luz que consigue hacernos esbozar una enorme sonrisa.
El equipo de ginecología de la Universidad de Göteborg (Suecia) ha logrado lo que supone un avance sin precedentes en la lucha contra la infertilidad: «esto nos da evidencias científicas de que el concepto de trasplante de útero puede ser usado para tratar la infertilidad uterina, que hasta ahora había sido la última forma de infertilidad femenina intratable», señaló en un comunicado Mats Brännström, jefe del proyecto investigador.
Cada año vemos multitud de avances científicos en el ámbito de la salud que pueden cambiar la vida de muchas personas. El proyecto arrancó en 1999 y esta mujer ha conseguido tener a su bebé, aunque muchas otras no lo lograron. Ahora ella tiene ante sí una aventura que se le había negado desde el principio, ya que nació sin útero por un trastorno congénito. Además, no es necesario que haya parentesco con el donante, ni siquiera importa si la mujer que entrega su útero ya ha entrado en la menopausia. El logro es impresionante pero no resulta fácil llegar a este punto. En estos instantes hay muchísimas personas dedicadas a buscar la cura para enfermedades o trastornos que parece que no la tienen.
Normalmente nos quedamos con el titular de la noticia: “una mujer logra dar a luz gracias al trasplante de útero”, pero detrás de la frase principal se esconden muchos años de investigación y multitud de intentos fallidos, lo importante es que hay un grupo de personas dispuesto a dejarse la piel para lograr avanzar en la medicina y que, lo que parece un callejón sin salida, puede convertirse en un camino por recorrer.