Memoria herida
No es la primera vez que se comete un robo en un campo de concentración. En diciembre de 2009, a Auschwitz le despojaban su puerta principal con el mismo lema.
No es la primera vez que se comete un robo en un campo de concentración. En diciembre de 2009, a Auschwitz le despojaban su puerta principal con el mismo lema.
Como todos los domingos por la mañana los empleados del campo de concentración de Dachau, al sur de Alemania, abrían las puertas de las instalaciones a los turistas cuando uno de los trabajadores se percató de la ausencia de una de las dos históricas puertas del centro que sostenía el lema ‘Arbeit macht frei’ (‘El trabajo os hará libres’).
No tardaron en sonar las alarmas ya que, como comenta la presidenta del recinto, se trata de un acto irrespetuoso que ‘hace daño a la memoria de Alemania’. Aunque aún es imposible saber si el robo tiene algún transfondo nazi, la policía deduce que se produjo durante la madrugada del sábado al domingo y que no se trata de ninguna chiquillada sino de un robo perfectamente planeado. El campo dispone de seguridad y sistemas de vigilancia las 24 horas pero no cuenta con cámaras lo que presumiblemente ha facilitado a los ladrones su trabajo conociendo los horarios de los vigilantes. Por otro lado, tampoco se duda de la intención lucrativa del hurto, en Alemania está completamente prohibido vender objetos nazis pero no en países como Reino Unido donde hay demanda.