El pesimismo

Me dieron un consejo: “Escribe mucho, lee más, y pregúntalo todo”. Es así: empiezas a cuestionar todo, a intentar redactar de la manera más limpia…

Veo a los niños huérfanos a causa del ébola en Liberia y reflexiono: “¿Qué tanto puede hacer el Periodismo con la problemática social?”. Informar y generar corrientes de opinión para que los conflictos lleguen a las grandes esferas políticas, y desde allí se maquinen soluciones. Parece sencillo. Entonces pienso en Perú:

<<Curso el último ciclo de mi carrera. Desde enero próximo podré decir que soy un periodista. Puedo decir ahora que es muy difícil entender el proceso de amar el Periodismo cuando empezaste con la lectura voraz de Literatura y querías ser el escritor más grande. No lo entiendes. De pronto te ves en una redacción, cronicando un suceso, montando un revista periodística o cualquier cosa que te relacione con este oficio, incluso recortando notas de prensa para una Dircom.

Me dieron un consejo: “Escribe mucho, lee más, y pregúntalo todo”. Es así: empiezas a cuestionar todo, a intentar redactar de la manera más limpia, a captar la mejor fotografía y a, inevitable e inconscientemente, querer ser reconocido. Sin embargo, luego chocas con ese muro inmenso del modelo de negocio que tiene una empresa informativa. Y, poco a poco, te das cuenta de que todo lo correcto y hasta utópico que asumiste sobre el Periodismo se derrite en tu cara, como si la vida te gritara: “¡Eh, niño, date cuenta!”. Pero es lo mejor que te puede pasar.

Es lo mejor que puede pasar, porque desde que nace un pesimismo recóndito nace también una esperanza de querer cambiarlo todo. En el Perú también está aflorando el llamado ‘Periodismo de Memes’. Juan Carlos Villacorta, director de la web Traxxo, escribe respecto al periodismo digital: “sacan a relucir todas las artimañas para retener a los lectores: espectáculos, morbo, replicar lo que sacan los programas con mejor sintonía…hasta las galerías de los memes”. La periodista peruana Pamela Acosta escribe en su blog: “Es más fácil, más barato y más rentable hacer virales, galerías, memes, listas y todas las demás cosas que parecen periodismo”.

He ahí el punto: no hacer cosas que parecen Periodismo. Conversé con unos directivos de un diario local: me hablaron sobre la crisis de la verdadera crónica en el Perú. “Lo esencial ahora es el reportear, el salir y buscar historias que sirvan”, coincidieron. Creo que el Periodismo peruano -y el de todo el mundo- está sufriendo, pero no está derrotado>>.

Retorno a la imagen de los niños en Liberia y empiezo a redactar este texto.