¿Bebés a la carta?

El proceso está diseñado para ayudar a familias con enfermedades mitocondriales incurables que se transmiten de generación en generación, algo que afecta a 1 de cada 6500 niños en el mundo.

Los 382 votos a favor, frente a los 128 en contra, daban lugar a que el pasado día la Cámara de los Comunes británica aprobara una legislación que autorizará una técnica de reproducción asistida que utiliza el ADN de tres personas, lo cual ha abierto un enorme debate ético a nivel mundial.

El proceso está diseñado para ayudar a familias con enfermedades mitocondriales incurables que se transmiten de generación en generación, algo que afecta a 1 de cada 6500 niños en el mundo. De este modo, la técnica consistiría en intervenir en el proceso de fertilización para eliminar dichas mitocondrias defectuosas. El resultado serían hijos genéticamente sanos que ya no sufrirían las mortales y devastadoras consecuencias de enfermedades relacionadas con daños cerebrales, fallos cardíacos o ceguera.

La tecnología de “los tres padres”, denominada así popularmente, es, sin embargo, un concepto erróneo, pues sólo el 0’2% del ADN del donante pasa al embrión, impidiendo así que se mezclen sus características genéticas. No se trata de un caso de eugenesia, especialmente si se entiende como un trasplante de órganos a nivel celular; y tampoco debe verse como un ejemplo de ingeniería genética, pues no altera el ADN nuclear.

En definitiva, la ciencia está para ayudar a que las personas estén más sanas. Y eso esprecisamente lo que se pretende hacer. El debate radicaba en si todo lo que se puede hacer, se debe hacer. Sin duda, no. Pero en este caso se trata de evitar una futura y terrible enfermedad a un futuro infante. ¿Qué hay de malo en eso? No estamos hablando de bebés a la carta, sino de niños sanos. Tampoco se está jugando con embriones humanos, ya que se trata de una prevención sanitaria. No confundamos los términos.