Un atentado contra la identidad
2000 años de historia derribados en cuestión de segundos. El Estado Islámico no tiene límites y lo que hasta el momento parecía imbatible ha caído y no volverá a levantarse. El patrimonio de todos, de la Humanidad.
2000 años de historia derribados en cuestión de segundos. El Estado Islámico no tiene límites y lo que hasta el momento parecía imbatible ha caído y no volverá a levantarse. El patrimonio de todos, de la Humanidad.
2000 años de historia derribados en cuestión de segundos. El Estado Islámico (EI) no tiene límites y lo que hasta el momento parecía imbatible ha caído y no volverá a levantarse. El patrimonio de todos, de la Humanidad. Desespera la impunidad con la que actúan contra la cultura de todos, contra un pasado que no puede borrarse de la memoria y que el EI pretende sepultar.
Primero atacaron Nínive, después desvalijaron Nimrud y ahora derrumban Hatra: unos violentos ataques contra la herencia asiria, testimonios de la civilización sumeria del siglo II aC. Pensar en que una cultura es destruida por quienes no respetan ni la vida de sus propios paisanos jode a muchas personas de todo el mundo porque sólo queda la impotencia. Cuando el EI pulveriza la cultura de Irak está abatiendo la identidad del país, la que los yihadistas odian. Odian que se piense, que se actúe, que se evolucione. En definitiva, su misión es imponer un régimen dictatorial mediante la violencia y extenderlo mundialmente.
Con todo esto, el Estado Islámico está incentivando la islamofobia, voluntaria o involuntariamente, está destruyendo no sólo un patrimonio de miles de años, sino también la integración tranquila de los musulmanes en Europa, como la define el politólogo y filósofo francés Sami Naïr. Esa en la que muchos árabes han migrado a Occidente y han pasado a formar sus familias, a trabajar y vivir en convivencia con el resto de los europeos sin alzar polvareda alguna.
Ahora sólo queda gritar a todo pulmón para evitar más destrucción. Un grito que resuena en un vacío interminable entre el odio del Estado Islámico hasta que los propios países árabes tomen la iniciativa, consciencia y lo combatan.