Sangre real y sangre plebeya
Por fin Ricardo III será enterrado con los honores de rey, en la catedral de Leicester. El entierro será oficiado por el arzobispo católico de Westminster, ya que Ricardo III vivió décadas antes de la reforma protestante ejecutada por Enrique VIII.
Por fin Ricardo III será enterrado con los honores de rey, en la catedral de Leicester. El entierro será oficiado por el arzobispo católico de Westminster, ya que Ricardo III vivió décadas antes de la reforma protestante ejecutada por Enrique VIII.
“La chica del adiós” es una película rodada en 1977 que os recomiendo ver. En ella Richard Dreyfuss interpreta, magistralmente, a un actor de teatro con más talento y vocación que suerte, que intenta abrirse camino en los teatros de Broadway.
Realquilado en un apartamento en Manhattan, Dreyfuss, debe luchar con una mujer endurecida por la vida, y madre de una niña, para poder ensayar en su habitación sin molestar a nadie con los ruidos producidos por la cojera de su personaje: Ricardo III. Se trataba de una obra vanguardista, basada en el clásico de Shakespeare.
Recuerdo a Dreyfuss, declamando en su habitación, mientras simulaba ser un rey jorobado y deforme: “Ya el invierno de nuestra desventura, se ha transformado en un glorioso estío, por este sol de York”. Esta es la primera frase del primer acto de la obra de Shakespeare: Ricardo III. El actor recibiría ese año el Óscar al mejor actor protagonista por su papel en la película.
Actualmente, permanece en mí esa imagen del último monarca de la dinastía Plantagenet. Pero este retrato que Shakespeare dejó de Ricardo III, por lo visto, está muy lejos de la realidad.
Gracias a los nuevos métodos de la clínica forense del siglo XXI, se ha podido demostrar que Ricardo III fue un hombre de atractiva planta, que la escoliosis que sufría no deformó la esbeltez de su figura, y que su rostro, reconstruido hoy en tres dimensiones, era el de un hombre apuesto.
En la actualidad, el último descendiente de la casa de York, es un carpintero canadiense residente en el Reino Unido llamado Michael Ibsen.
El ADN de Michael, sucesor directo de Ana de York, hermana del rey, ha demostrado sin duda alguna, que los restos hallados hace tres años, en el subsuelo de un aparcamiento municipal de Leicester, corresponden a los del cadáver de Ricardo III.
Por fin Ricardo III será enterrado con los honores de rey, en la catedral de Leicester. El entierro será oficiado por el arzobispo católico de Westminster, ya que Ricardo III vivió décadas antes de la reforma protestante ejecutada por Enrique VIII.
En agradecimiento por su colaboración, al prestar su ADN para poder dilucidar la veracidad del hallazgo, se le ha encargado a Michael Ibsen, la realización del ataúd de su ancestro en madera de roble inglés.
Hay quien dice, que todos tenemos entre nuestros antepasados a un mendigo y a un rey. Michel Ibsen puede dar fe de ello, por lo menos, en lo que respecta al rey.