Tú no eres idiota
Cada uno que vote lo que se le salga de dentro. Pero ojo, un respeto para tu decisión. Tú no eres idiota.
Cada uno que vote lo que se le salga de dentro. Pero ojo, un respeto para tu decisión. Tú no eres idiota.
Dando una vuelta nocturna por Facebook veo una de esas famosas frases que se llenan de likes. Frases que parecen nos van a cambiar la vida mientras las leemos. Reconozco que estoy entre esos. Mi cerebro adopta desde el primer minuto la frase como si fuera suya, como si no existiera nada más en el mundo.
La de ayer noche era: “No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría”, Jean Cocteau. Con ella me ha venido a la mente varias reflexiones sobre las elecciones en Andalucía.
Los titulares los tenéis claros. Leed despacio porque pondré pocas comas. Susana, a pesar de los ERE, aguanta como nueva lideresa del partido de Pedro que parecía engullido por el Podemos de Teresa y Pablo, que ha ganado a medias porque Monedero, dicen, le ha hecho mucho daño al partido con Venezuela y sus dineros. Mientras Rajoy asume su precipitación con el nuevo candidato pero llama a la calma confiado para las siguientes elecciones. A la vez el niño de moda sin corbata llega al Sur con nueve escaños y barre del mapa a la señora de otro partido de centro que se creía más que nadie pero que calculó mal su popularidad. Uff…
Conclusión. No sé cuál es la verdad, pero sí sé cuál es la opinión de la mayoría. Y la respeto. También sé cuál es mi opinión y es tan respetable como la del resto. No soy idiota. Andalucía ha votado lo que ha considerado y Susana Díaz se merece un respeto. Felicidades. Leo artículos terroríficos tratando a los andaluces como idiotas porque han elegido a quien han elegido. Que si la corrupción, que si el cambio no ha llegado. No puede ser. ¿Quiénes son los que articulan este discurso? ¿Ciudadanos de a pie, periodistas resabiados, salvadores de la patria? ¿Qué consideran que es un voto útil? No queremos salvadores de ninguna patria. Queremos gente currante que haga cosas decentes. Por supuesto que nadie quiere corruptelas y prevaricaciones. No habría ni que decirlo. Pero mi opción es mía y de nadie más.
Cada uno que vote lo que se le salga de dentro. Pero ojo, un respeto para tu decisión. Tú no eres idiota.
