THE OBJECTIVE
Alejandro Cao de Benos

Llegó el Comandante y mandó a parar

Un camarada diplomático coreano que estuvo sirviendo en nuestra misión en las Naciones Unidas en Nueva York, comentando la situación y cabizbajo me dijo: “Alejandro, los americanos no dan nada gratis, especialmente la paz”.

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Llegó el Comandante y mandó a parar

Un camarada diplomático coreano que estuvo sirviendo en nuestra misión en las Naciones Unidas en Nueva York, comentando la situación y cabizbajo me dijo: “Alejandro, los americanos no dan nada gratis, especialmente la paz”.

Siempre me gustaron las letras populares de Carlos Puebla. Uno podía imaginarse esa Cuba auténtica y revolucionaria a través de su genialidad musical, directa y sencilla. No alcanzo a imaginar a cuántos millones de personas alentaron e inspiraron sus canciones y la verdadera importancia de su legado en la defensa de la revolución socialista internacional.

Y mientras escucho su álbum ‘Chante Cuba’, reflexiono sobre lo que fuera Cuba y lo que es. Las aparentes buenas noticias del acercamiento de EE UU y la UE hacia la isla no son fruto de la misericordia divina, sino de los cambios inexorables que se están produciendo hacia el capitalismo.

Todos quieren parte del pastel. Ocupar los sectores comerciales más lucrativos antes de que el floreciente pequeño empresariado ocupe el terreno. Y de nada sirve engañarse, el pequeño burgués será mediano mañana, y gran oligarca en tan sólo unos años.

Manzana podrida con apariencia de derechos humanos, veneno del capital oculto bajo la promesa de desarrollo económico y membresía de honor en la ‘comunidad internacional’.

No es justo. Tanta lucha por la liberación. Tanto sufrimiento por la resistencia y la independencia socialista, para finalmente entregar las riendas a ese mercado que ya convirtiera Cuba en un gran prostíbulo.

Un camarada diplomático coreano que estuvo sirviendo en nuestra misión en las Naciones Unidas en Nueva York, comentando la situación y cabizbajo me dijo: “Alejandro, los americanos no dan nada gratis, especialmente la paz”.

Y luego algunos argumentarán que es culpa del carácter latino, que Miami está muy cerca, que el ‘cuentapropismo’ es imparable.  Mi respuesta es: La sangre derramada por la revolución no acepta excusa alguna.

Que se desarrolle el intercambio con Cuba, pero con la del 59, esa que nunca cedería su dignidad.

Al que asome la ‘cabesa’, duro con él, Fidel. Que vuelva la Ley de la Sierra bien pronto, o mucho me temo que al socialismo Cubano le tendremos que decir:

Hasta Siempre 

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