Un universo oscuro
Esta reactivación ha tenido lugar en plena Semana Santa y yo, rodeada de procesiones, cruces y capirotes leo la noticia y me pierdo en este universo de partículas y dioses, un lugar tremendamente complejo además de muy muy oscuro.
Esta reactivación ha tenido lugar en plena Semana Santa y yo, rodeada de procesiones, cruces y capirotes leo la noticia y me pierdo en este universo de partículas y dioses, un lugar tremendamente complejo además de muy muy oscuro.
El Gran Colisionador de Hadrones gracias al cual en 2012 se descubrió el bosón de Higgs o ‘partícula de Dios’ se reactivó el domingo con el objetivo de iniciar nuevas investigaciones. La máquina del Big Bang que, según dicen, permitirá encontrar pruebas concretas de la materia oscura, llevaba dos años parada para su renovación y sus responsables aseguran que, a partir de ahora, los hallazgos que sucedan en adelante pueden ser fundamentales e históricos –qué palabra denostada-. “Cada nueva partícula que descubramos puede abrir la puerta hacia el Universo oscuro”, ha dicho el director general del CERN.
Esta reactivación ha tenido lugar en plena Semana Santa y yo, rodeada de procesiones, cruces y capirotes leo la noticia y me pierdo en este universo de partículas y dioses, un lugar tremendamente complejo además de muy muy oscuro. Teniendo en cuenta que la oscuridad está menospreciada y que normalmente se habla de ella en sentido peyorativo, aplaudo a los científicos que quieren acercarnos a ella para desentrañarla y ofrecernos respuestas que la mayoría entenderemos aunque sea solo a medias. Y también respeto a los creyentes de cualquier ente suprahumano que se sumergen en ella sin molestar a nadie, pero solo a los que lo hacen de verdad, no a los que solo lo hacen ver cuando toca.
Buscar las oscuridades de fuera está muy bien y cada cuál puede utilizar el vehículo que mejor se le dé para intentar llegar hasta ellas, pero también tocaría conocer de cerca la oscuridad que llevamos dentro y que la mayoría nos negamos a aceptar como propia, que no es poca, forma parte de nosotros e intentamos reprimir y frustrar hasta que un día se escapa y pasan las cosas que pasan.