Políticos en venta

Con la mierda de salarios que se manejan ya es difícil llegar a fin de mes, como para hacer ese milagro con una prestación.

Con el inicio de la campaña electoral, el afloramiento de la sonrisa perenne en el careto de nuestra casta política se convierte en algo perpetuo, como si se la hubieran tatuado en la expresión, como si se la hubieran dibujado con un rotulador permanente o como si fuese una nueva estación del año floreciendo en su rostro habitualmente perruno.

Cualquier dato estadístico es bueno para ensalzar o desacreditar al propio o al contrario. Cualquier hecho objetivo se puede descontextualizar, y venderlo como blanco o como negro, según sea el interés que se persigue.Dicho esto, los datos de empleo que nos vende el Gobierno del PP arrojan que el número de afiliados a la Seguridad Social aumenta unos 175.495 con respecto a marzo. Dicho así, todo es maravilloso, si no fuera porque esta crisis que llevamos arrastrando con muy poca dignidad y mucha menos inteligencia administrativa arroja una realidad muy diferente a pie de calle.

Para empezar toda esta gente que incrementa los afiliados a la Seguridad Social pertenece en su mayoría al ámbito de la hostelería y agricultura, que siempre se dispara con el buen tiempo y las campañas que conllevan.Pero poco se dice de todo lo que se ha destruido sin que se haya vuelto a levantar, y que no bajamos de una tasa de paro del 23 % de nuestra población activa, ni de todos los miles de estudiantes ni de universitarios que se han tenido que arrojar al duro destino de la emigración y el desarraigo, ni de todos los científicos que han tenido que salir huyendo de la destrucción de todo el ámbito de investigación y desarrollo que venían ejerciendo, ni de que  el caso más crítico es de los parados registrados que no reciben ningún tipo de subsidio o ayuda. Con datos hasta marzo, la protección apenas llega ya 55,4% de los desempleados registrados en servicios públicos de empleo. O sea, millones de familias que no reciben una mísera prestación ni cobertura a una situación desesperada, y millones que la reciben siendo esta una miseria.

Con la mierda de salarios que se manejan ya es difícil llegar a fin de mes, como para hacer ese milagro con una prestación. Eso sí. Ellos siguen sonriendo, que para eso ahora están a la venta.