Las ONG's no son todas lo que parecen

¿Hay ONG’s que funcionan bien y ayudan de verdad? Claro: las mejores son las de la Iglesia Católica que, en conjunto, es la mayor ONG del planeta.

El presidente Putin declara indeseables a las ONG’s extranjeras. Bien. Supongo que la noticia habría que matizarla, pero la consigna dictada a los medios «globales e independientes» es que el ruso es el enemigo público número uno y hay que atizarle. Bien, igualmente. Sería de ingenuos pensar que la agenda mediática la marcan los medios. Dónde se pone el foco informativo lo deciden, entre otros, los capos de las agencias internacionales de noticias en función de intereses que no siempre tienen que ver con el puro trabajo periodístico.

Por lo que respecta a las ONG’s, pasa tres cuartos de lo mismo. Por ejemplo: el 85% de ellas, al menos en España, no se dejan auditar; son, muchas, un nido de espías en los países donde actúan, porque el disfraz de cooperante es relativamente inofensivo; y, en su gran mayoría, gastan más en estructura, hoteles caros y vehículos 4×4 de última generación, que en ayudar sobre el terreno. Además, según denuncian los misioneros y las monjas que trabajan en el tercer mundo, en cuanto hay lío o riesgo bélico, los muchachos de las ONG’s salen por piernas de esos lugares.

¿Hay ONG’s que funcionan bien y ayudan de verdad? Claro: las mejores son las de la Iglesia Católica que, en conjunto, es la mayor ONG del planeta. No tienen que pagar justos por pecadores. Aunque creo que yo, si fuera Putin, hubiera hecho lo mismo. Las potencias occidentales se rasgan las vestiduras cuando, sin cortarse un pelo, están llenando de agentes de los servicios secretos y chivatos buena parte de esas ONG’s que ha prohibido el nuevo zar.