Cambio de tronos
Comienza el baile de los estómagos. Porque estómago es el músculo que tienen que desarrollar todos los líderes políticos, tanto los de la vieja caspa como los de la nueva, estos más jóvenes y con más idiomas pero con la misma cantidad de gomina mental.
Comienza el baile de los estómagos. Porque estómago es el músculo que tienen que desarrollar todos los líderes políticos, tanto los de la vieja caspa como los de la nueva, estos más jóvenes y con más idiomas pero con la misma cantidad de gomina mental.
Comienza el baile de los estómagos. Porque estómago es el músculo que tienen que desarrollar todos los líderes políticos, tanto los de la vieja caspa como los de la nueva, estos más jóvenes y con más idiomas pero con la misma cantidad de gomina mental.
Después de pasarse la campaña política previa a las elecciones municipales y autonómicas poniéndose solapada o abiertamente a parir , ahora, y dados los resultados tan fragmentados obtenidos en casi todo el territorio, tienen que sentarse a ver cómo llegar a acuerdos en el reparto del pastel, en lo que promete anticiparse como un vuelco en el color político de este país, pero en que a nivel territorial promete ser de locos porque lo que en un sitio les puede pintar bien a nivel de encaje de bolillos, en otro puede ser imposible de solventar según sean los odios y los negocios acumulados.
Rajoy se reunió ayer con Pedro Sánchez, y antes de ayer con Albert Rivera, que también lo hizo a su vez con Sánchez. Rajoy en ningún caso con Pablo Iglesias. Hasta ahí podíamos llegar.
Todo son combinaciones y permutaciones de sonrisas hipócritas y apretones de manos ante las cámaras o en privado (ahora lo hacen de tapadillo, en un anticipo de los tapadillos futuros), en un intento por conciliar las desacreditaciones pasadas y convertirlas en pactos futuros.
Así es la política actual, y así es esta raza tan alejada de lo humano y de lo ciudadano de a pie. Son la selección española de las sonrisas falsas con las que pretenden hacernos creer que nuestro voto es nuestra fuerza, y que la constitución tiene algún sentido aparte del literario, porque lo que es el literal y legislativo, se lo pasan por el arco de triunfo a diario.
En el entretanto, buena parte de las máquinas de destruir papel en las administraciones locales y autonómicas, están que echan humo. A saber qué será lo que quizá nunca sepamos de las mierdas que han limpiado antes de levantarse de sus tronos, ahora que les toca largarse.
Cambio de turno repentino en el que buena parte de los perdedores se largan del trono dejando los bordes llenos de orín, y los pordentros llenos de mierda.