Aeromancia
Al igual que nuestros antepasados de las cavernas yo sigo mirando al cielo muchas veces al día. Y les pregunto por el futuro, por qué camino tomar, por ti y por mí, por esto y por aquello…
Al igual que nuestros antepasados de las cavernas yo sigo mirando al cielo muchas veces al día. Y les pregunto por el futuro, por qué camino tomar, por ti y por mí, por esto y por aquello…
Dentro de las artes adivinatorias, la aeromancia es una de las más antiguas y se afana en interpretar lo que las nubes o el viento o cualquier otro fenómeno atmosférico nos quiere decir a los mortales.
Los creyentes aseguran que las nubes son mensajeras del destino y que en sus extrañas formas viajan por el cielo las respuestas a todas nuestras preguntas. Las nubes están ahí arriba, las mismas para todos, pero cada persona interpreta algo diferente porque cada uno ve lo que necesita en cada momento. Verbalizar lo que ves en ellas, es la respuesta a lo que te atormenta, te inquieta o te perturba, como diría Esperanza Gracia.
Pero las nubes están tristes en estos tiempos acelerados y livianos, porque los humanos pasamos por la vida mirando al suelo (o al móvil) y muy pocos levantan la cabeza para acompañarlas. Hay quien dice, incluso, que la lluvia no es otra cosa que sus lágrimas por la tristeza de que llevemos tantos siglos ignorándolas.
Pero yo no. Al igual que nuestros antepasados de las cavernas yo sigo mirando al cielo muchas veces al día. Y les pregunto por el futuro, por qué camino tomar, por ti y por mí, por esto y por aquello…
Dicen que las nubes a veces responden, pero solo a aquellos a los que la vieja Gaia ama mucho. A veces, pero claro, tu ya sabes, se dicen tantas cosas…Aun así, a pesar de que nunca he obtenido respuestas, yo sigo saludándolas siempre cuando pasan y deseándoles un buen viaje. Nunca sabes cuando es el día de la revelación.
¿Y tu? ¿Miras al cielo? Quizás deberías levantar ahora la cabeza. Quien sabe. Quizás sea hoy el día en que quieran hablarte.