Caspa, mucha caspa
Muchos os preguntaréis ¿por qué? ¿Por qué algunos ponemos tantas pegas a festejar un hecho tan samaritano como aquel llevado a cabo por el intrépido Cristobal Colón y su expedición cuya única preocupación era repartir Biblias, abrazos y arrumacos entre la gente indígena de aquel continente?
Muchos os preguntaréis ¿por qué? ¿Por qué algunos ponemos tantas pegas a festejar un hecho tan samaritano como aquel llevado a cabo por el intrépido Cristobal Colón y su expedición cuya única preocupación era repartir Biblias, abrazos y arrumacos entre la gente indígena de aquel continente?
Este Lunes, como cada 12 de Octubre, los españoles hemos festejado el Día de la Fiesta Nacional, anteriormente conocido como La Fiesta de la Hispanidad o El Día de la Raza. Si bien en la nomenclatura hemos ido suavizando el nivel de caspa acumulada sobre nuestros hombros a medida que los cimientos del franquismo orgánico y sociológico se han ido derrumbando, no ocurre lo mismo en cuanto a su contenido. Tres millares de militares desfilando por las calles de Madrid luciendo orgullosos el arsenal belicista más importante de nuestro glorioso ejército nos recuerdan que si bien en muchos otros aspectos España ha progresado enormemente en las últimas décadas, en otros seguimos adoleciendo de un nivel de caspa muy importante.
No. No se trata de un hecho aislado en el mundo el conmemorar un hecho belicista y éticamente reprobable en el día de la fiesta nacional bien aderezado de un desfile militar mientras la plebe agolpada en las tribunas y calles adyacentes rinden pleitesía al monarca o presidente de la república de turno. Pero no por ello vamos a renunciar a nuestro legítimo derecho de pataleo.
Muchos os preguntaréis ¿por qué? ¿Por qué algunos ponemos tantas pegas a festejar un hecho tan samaritano como aquel llevado a cabo por el intrépido Cristobal Colón y su expedición cuya única preocupación era repartir “Biblias, abrazos y arrumacos” entre la gente indígena de aquel continente?
Ojalá llegue el día que celebremos aquello que nos une con América, nuestra lengua, y no una acción belicista que se llevó muchas vidas por delante, indígenas o no. ¿Y qué mejor fecha para ello que el 16 de Enero, conmemorando la fecha de publicación de la primera edición de El Quijote?
Ojalá un Día de la Fiesta Nacional con menos arcabuces y más libros.
