Ciencia, nanotecnología y alma
Varios científicos reunidos en Canadá han llegado a una inquietante conclusión: En 1.000 años, por los efectos del cambio climático, la tecnología y la mutación genética, el ser humano sufrirá importantes transformaciones. Según estos científicos, en un futuro, tendremos una piel más oscura, los ojos rojos, seremos más altos y dotados de una mayor inteligencia.
Varios científicos reunidos en Canadá han llegado a una inquietante conclusión: En 1.000 años, por los efectos del cambio climático, la tecnología y la mutación genética, el ser humano sufrirá importantes transformaciones. Según estos científicos, en un futuro, tendremos una piel más oscura, los ojos rojos, seremos más altos y dotados de una mayor inteligencia.
Varios científicos reunidos en Canadá han llegado a una inquietante conclusión: En 1.000 años, por los efectos del cambio climático, la tecnología y la mutación genética, el ser humano sufrirá importantes transformaciones. Según estos científicos, en un futuro, tendremos una piel más oscura, los ojos rojos, seremos más altos y dotados de una mayor inteligencia.
Los avances de la ciencia a lo largo de los últimos años son evidentes. El campo de la nanotecnología, por ejemplo, es una prueba de ello. Esta reciente disciplina, en el ámbito de la medicina, está aplicándose para prevenir e incluso curar diferentes enfermedades, tales como el cáncer.
En este sentido, el Dr. Ido Bachelet, ex investigador del Instituto Wyss de Harvard y actual investigador del Instituto de Nanotecnología de la Universidad de Bar- Ilan de Israel, anunció que los “nanobots” de ADN pronto serán experimentados en los pacientes de leucemia en estado crítico. Recibirían una inyección de nanobots de ADN, diseñadas para interactuar y destruir las células de leucemia, sin causar prácticamente ningún daño colateral en el tejido sano.
Bachelet también cree que los “nanobots” servirán en un futuro no muy lejano como medicina preventiva. Circularán dentro de nuestro cuerpo para rastrear cualquier tipo de cáncer y eliminarlo antes de que pueda extenderse.
Ahora bien, la ciencia y los avances tecnológicos abren de nuevo el debate sobre los peligros a lo desconocido y la propia bioética.
Indudablemente, la investigación científica encaminada a paliar el dolor y mejorar el estado de salud de los seres humanos, es tan positiva como necesaria, debiendo estar bien reconocida y dotada de los medios y recursos oportunos para tal fin.
De otro lado, no creo nada necesario, antes al contrario, aquellos estudios científicos encaminados a la posibilidad de mutación genética con el objetivo y posibilidad de cambiar nuestro físico o nuestro intelecto. En este punto, pienso, no debería haber más ciencia que la propia ley natural.
El alma, nunca debería manipularse.