Cristiano y el anticristiano

El mismo día que Cristiano Ronaldo estrenaba película sobre su vida, es un foco de rumores sobre su estabilidad personal y profesional. El entorno de Cristiano no le deja ser un chaval de 30 años, normal, asequible con derecho a equivocarse.

Me comenta un buen amigo profesional del mundo del fútbol, que un hombre a lo largo de su vida puede cambiar de casa, de trabajo, de coche incluso de pareja, pero lo que está claro es que es casi imposible que cambie de equipo de fútbol.

El mismo día que Cristiano Ronaldo estrenaba película sobre su vida, es un foco de rumores sobre su estabilidad personal y profesional. El entorno de Cristiano no le deja ser un chaval de 30 años, normal, asequible con derecho a equivocarse.

Hemos llegado a un punto en esto del fútbol en España que ni la estrellas se divierten como se divertían  antes. Todos son compromisos publicitarios, retos deportivos y extradeportivos, que hacen que hasta los más aficionados no nos divirtamos. Toda esta maquinaria es para que un puñado de hombres con una vida profesional relativamente corta, den de comer a una tele araña de gente.

Tanta gira, tanto viaje, tanto anuncio, hace que gente como Cristiano, no se encuentren bien física, ni mentalmente. Todo es el reto de quien gana más dinero, quien consigue más goles de una u otra manera, pero cada vez menos se piensa en el colectivo. A diferencia de otros países dónde el equipo es lo que prima y las estrellas están al servicio del mismo. La propia selección Española de Fútbol es un buen ejemplo a seguir. Si Messi o Cristiano no tuvieran diez compañeros que les ayudan, de qué iban a ganar lo que ganan.

Dejemos que estos virtuosos del balón se diviertan, que  no hagan cien viajes al año y que nos vuelvan a deleitar con su trabajo. De lo contrario, seguiremos viendo lesionados unos detrás de otros, egocéntricos enfadados hasta con su sombra y uno de los escapes que tenemos los mortales como ver un buen partido de fútbol tendremos que buscarnos otra afición.