¡Por fin! : STOP- Radicalismos
Realmente no podemos decir que, los del Ministerio del Interior, se hayan herniado por el esfuerzo de poner a punto, en un plazo mínimo, la iniciativa “STOP-Radicalismos”. De hecho, los humildes facebookeros andábamos protestando desde hace semanas, por considerarnos huérfanos de instrumentos idóneos para denunciar conductas sospechosas, movimientos extraños, reuniones susceptibles de provocar mosqueo y todo aquello que hieda a radicalismo islámico y por lo tanto a yihadismo potencial.
Realmente no podemos decir que, los del Ministerio del Interior, se hayan herniado por el esfuerzo de poner a punto, en un plazo mínimo, la iniciativa “STOP-Radicalismos”. De hecho, los humildes facebookeros andábamos protestando desde hace semanas, por considerarnos huérfanos de instrumentos idóneos para denunciar conductas sospechosas, movimientos extraños, reuniones susceptibles de provocar mosqueo y todo aquello que hieda a radicalismo islámico y por lo tanto a yihadismo potencial.
Lógico por otra parte que algún esbirro o esbirra del Síndrome de Estocolmo aparezca gimiendo sobre “el riesgo de criminalizar a un colectivo” puras pamplinas. Si cualquier ciudadano observa a un aborigen australiano entrar con un kalashnikov en un centro comercial se encienden todas las alarmas y si un vecino de las Islas Fidji deja una mochila de la que asoman cables en una estación del tren de cercanías también se va a avisar a ese número 900 que ya tenemos los españoles a nuestra disposición. Aunque al menos el sábado el 900 de emergencias tenía puesto un contestador, lo mismo es que el policía había salido a cenar, pero vamos, que para una urgencia personalmente sigo apostando por el 062-091-092. Lo otro que han montado parece que es para llevar a cabo investigaciones, porque no han habilitado aún un número de tres cifras que sea “caliente” y de respuesta inmediata, a disposición de cualquier persona de bien que vea algo inquietante o se tope en plena calle o en su bloque de viviendas con algún tiparraco que reúna las características “potencialmente peligroso”.
¿Qué cuáles son esas características? Truco o trato. Ustedes las conocen tan bien como yo, echen una amplia mirada sobre las fotos policiales de los yihadistas y verán que presentan infinitos rasgos comunes : ves a uno y ya los has visto a todos. Aunque de cuando en cuando se tengan noticias de algún majarón converso de rasgos histriónicos y patología mental diagnosticable en consulta, esa es la peor excepción que confirma la regla, el resto son calcados. Y eso lo saben los franceses que han aupado a Marine le Pen a la victoria electoral ante el estupefacto horror del resto de mojigatos de la Unión Europea y esperen a las elecciones en Suecia o en Bélgica, esto demuestra que los abusos de la paciencia de los contribuyentes llega a un hartazgo que, a la corta o a la larga, se traduce en las urnas. Por más que pontifiquen los de izquierdas y los anti-sistema en nombre de un hipócrita pacifismo teñido de miedo. ¿Pacifistas los anti-sistema que revientan las manifestaciones, destrozan el mobiliario urbano, queman contenedores y atacan a la Policía con sus guerrillas urbanas de mierda? Por supuesto, con el orden público no quieren “paz” porque saben que las leyes no se aplican y que nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encuentran indefensos ante los abusos, maniatados por un sistema complaciente con los malos y cuya mayor demostración de rigor ejemplarizante es mandar a la cárcel a tonadilleras.
Los cojones que le han echado a la pobre Pantoja nos gustaría a muchos verlos expuestos, bien orondos, en el cierre de mezquitas salafistas y la expulsión de radicales. ¿Por qué en Túnez se ha prohibido el salafismo, con la clausura de mezquitas y centros y la encarcelación de imanes, como en Egipto, en Marruecos y en Francia con el cierre en estos días de 146 mezquitas y siendo conscientes de que los salafistas están en España no se les ilegaliza de inmediato? ¿Es miedo, precaución, cautela o el nefasto recuerdo del nebuloso 11-M? Incomprensible. ¿Nos encontramos los españoles indefensos por la tibia reacción de quienes nos gobiernan? Eso sí, se detiene a chiflados que planean irse a la yihad y a puercas que captan a jóvenes con problemas mentales para mandarlas de putas a Siria. Y a la cárcel. Fallo.
Pérdida de la nacionalidad española en aplicación del Código Civil, vuelta a sus nacionalidades de origen y acuerdo Bilateral con Marruecos o el país de procedencia para que cumplan allí sus condenas. Eso y no otra cosa tiene efectos plenamente disuasorios. Se lo digo, como desde hace años lo vengo diciendo, a los nuevos de STOP-Radicalismos que es la página del Ministerio del Interior en la que, para plasmar información o sospechas, hay que dar nombre, apellidos, dirección completa, teléfono y e mail. La gente piensa sobre los riesgos de que llegue un hacker y acceda a los archivos o que se filtre “algo” y más de uno, digo yo, que se arruga. Somos numantinos pero hasta un límite.
Y se piensa que…los podemitas llaman a los islámicos “nuestros hermanos musulmanes” que la izquierda prohíbe belenes para “no ofender al Islam” cuando nadie normal se ofende por algo que es bueno y bello, pensamos en las querencias por Iran, en la falta de claridad de las posturas y en la falta de severas respuestas ante todo aquello que vulnere nuestros valores, nuestra tradición judeocristiana y nuestras costumbres, admitimos incluso que cualquier mamarracho defienda que hay que ir “a hablar de paz con el Daesh” y trata de apaciguar al cocodrilo con golosinas de dejación de principios, de falsa tolerancia que encubre la cobardía más abyecta, de permisividad ante lo impermisible. Cuando lo saben, saben que el bicho, cuando se harte de golosinas los va a atacar y se los comerá. Porque conocen, como todos conocemos, la frase de la Sabiduría Milenaria que dice “El radical es como el que tiene un vicio, que si no se mea en la puerta se mea en el quicio”.
Pero, creciéndonos ante los obstáculos, tenemos que arrimar el hombro y colaborar y eso significa espiar e investigar, tenemos que profesionalizarnos en las labores de información y no esperar sentados a que vengan a por nosotros, sino salir a por ellos y si no vamos a cazarlos mejor que nos alarguemos a comprar velas por nuestros hijos y nuestros nietos, porque en algún momento las vamos a necesitar.
Quiero dedicar este pequeño artículo como muestra de afecto incondicional a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Como muestra de cariño a los guías caninos de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Y como muestra de amor sin fisuras a los llamados “Héroes de 4 patas” perros policías jubilados en adopción que buscan a los mejores amos del mundo. Porque ellos han sido los mejores del mundo.