De un zorro gris a Marilyn Monroe
El zorro gris o isleño es una especie en peligro de extinción, que solo vive en unas islas situadas frente a California: el archipiélago de Santa Bárbara. Hasta principios del siglo XX, cuando una de las islas comenzó a poblarse, los zorros vivían tan ricamente, ocupados en sus cosas, alcanzando una población de 1.300 ejemplares aproximadamente. Sin embargo, a finales del siglo XX, ese número había descendido a solo 100, y entraban ya en alerta roja. Ahora, tras un estricto programa de conservación, parece que han remontado un poco el vuelo y, con más de 800 ejemplares, su supervivencia como especie se acerca a estar salvada.
El zorro gris o isleño es una especie en peligro de extinción, que solo vive en unas islas situadas frente a California: el archipiélago de Santa Bárbara. Hasta principios del siglo XX, cuando una de las islas comenzó a poblarse, los zorros vivían tan ricamente, ocupados en sus cosas, alcanzando una población de 1.300 ejemplares aproximadamente. Sin embargo, a finales del siglo XX, ese número había descendido a solo 100, y entraban ya en alerta roja. Ahora, tras un estricto programa de conservación, parece que han remontado un poco el vuelo y, con más de 800 ejemplares, su supervivencia como especie se acerca a estar salvada.
El principal causante de los problemas de nuestro amigo el zorro fue sin duda William Wrigley Jr. William era un magnate del negocio de la goma de mascar y, en 1919, compró una de esas islas prácticamente entera: la isla de Santa Catalina. Su visión era convertirla en un centro turístico de primera magnitud, dada su cercanía al continente. Desde Dana Point o Long Beach en Los Ángeles, salían los barcos para la isla, a la que se llega tras una hora de navegación.
El señor Wrigley era bastante listo y el negocio fue estupendamente. Hoy en día , en la isla hay un precioso teatro, casino, hoteles con spa, y es un destino ideal para olvidarse del mundo. Su visión empresarial perdura y su equipo de béisbol (los Chicago Cubs) también. De hecho el estadio del club lleva su nombre, Wrigley Field, en pie desde 1919; un lugar mítico donde bateó Babe Ruth señalando el lugar de las gradas al que iba a enviar la bola.
Su empresa, al igual que los Cubs, también está viva. Si ustedes toman caramelos Sugus, o Solano, o chicles Orbyt, o Boomer, estarán consumiendo productos Wrigley.
Al amparo del turismo y de la población, en Santa Catalina se instaló una base naval a la que llegó en 1943 un joven matrimonio formado por el marinero James Dougherty y una joven de 16 años que se había casado para escapar de ser internada en un orfanato. Quizás le suene su nombre: Norma Jean Baker. En las playas de Avalon, la principal población, acunó Norma Jean sus primeros sueños de gloria y comenzó a desear ser Marilyn Monroe. Cuántas veces, mecida por el mar siendo ya una estrella, en un yate anclado en esa bahía, habrá recordado los años adolescentes de Santa Catalina.
Viajar de un zorro a un magnate de los chicles, batear con Babe Ruth y refugiarse al fin en el cálido rostro de Norma Jean es en sí misma una bonita historia o, al menos, un bonito viaje.
Nos vemos en el próximo.