THE OBJECTIVE
Francisco Villena

Todo queda en familia

Aún recordamos un beso, ese beso, el beso entre don Mariano y doña Elvira en la celebración de la victoria del Partido Popular en las pasadas elecciones generales. Fue como Tom Cruise en Oprah anunciando su relación con Katie Holmes. De extrañar es que no mandara a Elvira o al cuñadísimo a lidiar con el niñato que lo agredió. ¿Y por qué? Porque las cosas de familia es mejor arreglarlas en casa.

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Todo queda en familia

Aún recordamos un beso, ese beso, el beso entre don Mariano y doña Elvira en la celebración de la victoria del Partido Popular en las pasadas elecciones generales. Fue como Tom Cruise en Oprah anunciando su relación con Katie Holmes. De extrañar es que no mandara a Elvira o al cuñadísimo a lidiar con el niñato que lo agredió. ¿Y por qué? Porque las cosas de familia es mejor arreglarlas en casa.

Resulta sospechoso cuanto menos que la mujer de Rajoy sea prima de la madre del menor y que el padre de Rajoy sea vecino de los padres del muchacho y mantengan una amistad cercana. Los primeros análisis amagaron con ensuciar con la agresión a algunas formaciones políticas, bien situando al autor en el entorno de la izquierda, o bien relacionando el hecho con la dureza de Sánchez con Rajoy en el debate. Esos análisis no sé si venían de voces libres o de estómagos agradecidos pues no fue un puñetazo, fue un ojazo en el puño, como decimos en trotonés paladín, al igual que ese titular de Eduardo Inda y esa portada photoshopeada del ABC. Sin embargo, hacer falsos silogismos de un acontecimiento como el de Pontevedra resultaría injusto y falaz.

Resulta sospechoso que Mariano diga que no denunciará al agresor y que ya está olvidado. Porque este hombre a la antigüita, de los de lanza en astillero, considera propio de la familia al niñato rebelde de colegio privado, hijo de un alto cargo de la Cámara de Comercio de Pontevedra y de una propietaria de una correduría de seguros; considera como propia a la alta burguesía provinciana porque, a fin de cuentas, no los vota gente tan diferente.

Resulta sospechoso que el Presidente del plasma inunde las televisiones con imágenes de cercanía -con agresión incluida- en los últimos días de campaña. Y aunque lo de Tom Cruise y Katie Holmes estaba detallado en un contrato no seré yo quien diga que la agresión a Rajoy estuviera orquestada por la familia pero, ciertamente, parece que tendrá su rédito político.

Y será el domingo cuando tengamos la escena del beso repetida pero con otros protagonistas: tal vez esté don Mariano pero nunca veremos a la familia de doña Elvira porque, de entrada, Jorge Cubela, abogado del menor, pide a los medios respeto a su privacidad. ¿Y por qué? Ya saben: porque las cosas de familia es mejor arreglarlas en casa.

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